Nativos de Japón los Macaca fuscata o monos de la nieve, como suele llamárselos, son una especie común de macacos silvestres. No obstante, hay algo que hace que los mismos sean únicos en el mundo: su singular manera de combatir el gélido frío del invierno nipón: desafiar todo instinto y arrojarse al agua. No cualquier cuerpo de agua por supuesto, sino que se arrojan a fuentes de agua termales de origen volcánico. Lugar donde pasan la mayor parte de su tiempo.
Por fortuna las autoridades de la reserva Jigokudani realizan un muy buen trabajo al prevenir que el turismo altere su modo de vida, cuidando que los turistas no alteren la vida cotidiana de los mismos. Tarea que no es tan fácil como parece, ya que muchos turistas en el afán de tomarse fotografías con los mismos invaden su territorio.

En un principio, durante la década de 1960, estos amistosos monos vivían en la montaña, viendo desde lejos a los turistas que llegaban a bañarse en las piscinas termales que habían sido recientemente inauguradas en la región. Con el paso de los años los mismos fueron perdiendo el miedo a los seres humanos y comenzaron a acercarse cada vez más, hasta llegar al mismo borde de las piscinas.
Según relata la población local, fue alrededor de finales de la década del 60 cuando una pareja joven de dichos monos se arriesgó a zambullirse en una de las piscinas, como hemos mencionado al principio de este artículo desafiando todos sus instintos naturales. Rápidamente todo el grupo de primates se introduciría y ya, a partir de ese momento, sería imposible sacarlos.
Los hoteles con piscinas termales, denominados onsen, son extremadamente populares en la cultura japonesa, y por lo tanto los mismos deben obedecer a varias regulaciones estatales las cuales regulan las reglas de sanidad de los mismos. Debido a dichas regulaciones sanitarias, se prohibió terminantemente compartir las piscinas termales con los monos, razón por la cual los dueños de las termas debieron buscar la manera de remover a los primates. No obstante, lo anterior resultó ser una tarea imposible debido a que estos se habían vuelto extremadamente apegados a relajarse en las termas.

Por fortuna, en vez de remover a los inocentes monos por la fuerza, las autoridades tuvieron una idea mucho más creativa: construir piscinas exclusivas para estos en la montaña, más cerca de sus hogares en las cuevas montañosas, quitando así el incentivo de bajar al onsen. Hoy en día los primates disfrutan de sus piscinas propias prácticamente durante la mayor parte del día.
Los onsen
Como mencionamos anteriormente los onsen son extremadamente populares en la cultura japonesa, y de hecho, un detalle curioso es que muchos son mantenidos en funcionamientos por la misma familia durante siglos, y algunos durante más de un milenio. En efecto, como hemos mencionado en nuestro artículo sobre las empresas más antiguas del mundo, el onsen más antiguo de todos fue fundado en el año 705.

Más sobre Japón
― Ashiarai Yashiki, y los monstruos yokai más llamativos del folclore japonés
― Sagami, el festival japonés de las cometas gigantes
Enlaces relacionados
― Espectacular galería fotográfica dedicada a los monos de la nieve por Steve Bloom