Hay algo fascinante en los mapas y la cartografía en general del pasado, y esto es que a pesar de carecer de los avanzados métodos de proyección cartográfica modernos y sin importar sus errores ni fallas, estos mapas contenían un sentimiento, una necesidad mejor dicho, de aventura y fascinación infinitamente superior a cualquier mapa satelital con exactitud milimétrica de la actualidad. Razón por la cual lo anterior le otorga un valor único a estos documentos cartográficos históricos.
La Revolución Cartográfica en Europa 1400 – 1800 de David Buisseret (el título en inglés del libro es The Mapmaker’s Quest) es un libro fantástico. En dicho libro el autor nos llevará a realizar un viaje espectacular a través de la historia de los mapas, especialmente en la cartografía renacentista, y nos hablará de la historia detrás de cada mapa, sus orígenes y contexto sociocultural detrás del mismo.
La espina del libro es el cuestionamiento de por qué la cartografía era casi inexistente en la Europa del siglo XV y sin embargo tan presente y rica en el siglo XVII. Veremos así como el renacer, o redescubrimiento, de la cartografía clásica Greco-romana llevaría a los cartógrafos de Europa a comenzar una serie de trabajos fantásticos que representaban tanto territorios reales como incluso tierras míticas o incógnitas.
El primer capítulo del libro está enteramente dedicado a los mapas de Grecia y Roma. Sin embargo lo mejor de esta gran obra llega cuando el autor comienza a analizar los acontecimientos de las exploraciones del Nuevo Mundo y los cambios radicales que esta trajo a la ciencia Cartográfica. Cuando el arte y misticismo que habitaban en los mapas debió ser reemplazado por la exactitud y el detalle.
No solo veremos su importancia en la exploración sino en la economía, el mapa comienza a ser utilizado como una herramienta para separar tierras y dominios en los nacientes estados nacionales. Todos estos relatos acompañados por antiquísimos y exquisitos mapas, hermosamente explicados en detalle e importancia. Si lo pueden conseguir no dejen de hacerlo.
Ciertamente la cartografía es un campo fascinante, y la misma no solo existe para describir territorios. Por ejemplo, existen mapas que en realidad son infografías, y a su vez existen mapas que, si bien describen un territorio, lo hacen dando un mensaje, como este mapamundi que, de manera hilarante, nos comunicaba que el mundo es una broma.