La comida chatarra
La comida chatarra no solo es una fuente atroz de colesterol, sino que además los locales de comidas rápidas ofrecen condiciones laborales que dejan mucho que desear. Ya hemos publicado en el pasado los relatos de uno de los asiduos visitantes de Anfrix en el cual, de una manera extremadamente hilarante, relataba su curiosa anécdota durante su primer día como empleado de un Burger King. Dicho todo lo anterior, en este artículo hablaremos sobre las curiosas hamburguesas de McDonald’s que no se pudren debido a sus conservantes.
Supersize Me
En el año 2004 se lanzó al público un documental al estilo gonzo (es decir en primera persona) el cual causó un gran revuelo en la comunidad mundial. En este documental, titulado Supersize Me, el actor y director Morgan Spurlock pasó 30 días, del primero de febrero del año 2003 al dos de marzo de ese mismo año, comiendo solamente comida de McDonald’s.
Al final del documental el director iba al médico a realizarse todo tipo de estudios para descubrir, para sorpresa de nadie, que este había aumentado su peso en varios kilogramos y sus niveles de colesterol habían aumentado.
Nota: Supersize Me es un juego de palabras que hace referencia a la opción de McDoland’s de agrandar el menú a medidas más grandes (Supersizing). Una de las premisas del documental era que, cada vez que un empleado de la hamburguesería le ofreciese agrandar el menú, el protagonista debía aceptar.
Tanta comida chatarra nos recuerda al curioso mapa de Synthetica. El mapa que buscaba cartografiar los desechos químicos de la humanidad como si se tratasen de continentes.
McDonald’s y los conservantes
El protagonista de la película «Supersize Me» vuelve al ruedo realizando una prueba de biodegradabilidad en los combos de Mcdonald’s. Es muy simple: agarra varios combos y los pone en frascos durante semanas y meses. A la par también pone hamburguesas y papas normales en otros frascos.
Las comidas más repugnantes del mundo: las varias culturas de nuestro mundo están repletas de recetas y comidas extrañas. Desde la escalofriante cerveza de huesos hasta los dedos de mono: Las comidas más repugnantes del mundo.
Mientras las hamburguesas y papas de restaurantes normales terminan siendo absolutamente degradadas por los microorganismos, como debe ser, las de McDonald’s se degradan de una manera un tanto particular…
No es muy buena señal, ya que indica la cantidad astronómica de conservantes y químicos anti-fermentativos, oxidativos y respirativos que poseen.