El osario de Sedlec
Kutná Hora es un suburbio de la República Checa en el cual se encuentra el osario de Sedlec, una construcción gótico-barroca del siglo XV cuyos orígenes son más que llamativos. Cuenta la historia que un viajante que se dirigía a Moravia se echó a descansar en los bosques de la zona. Su cansancio era tal que tuvo un sueño casi hipnótico en el que un diminuto pájaro entraba por su boca y le sugería construir un monasterio.
El viajante, convencido de que esta era una señal divina, comenzó la construcción junto a un modesto cementerio del siglo XIII. Es así que gracias a la presencia de esta iglesia y a una anterior bendición de la tierra por el abad Jindrich al servicio del rey bohemio, que todos los habitantes del área pudieron contar con un cementerio para que sus restos fueran depositados allí.
La siguiente imagen nos da una clara idea de la particular decoración del osario, ciertamente algo que no se ve todos los días.
Gradualmente esto llevó a que el número de tumbas, sobre todo con la llegada de la Peste Negra, crecería cuantiosamente. Tan grande sería la cantidad de entierros en el lugar que prontamente hallarían que las tierras del cementerio ya no alcanzaban a guardar a nadie más. Sin embargo, los pobladores seguían deseando descansar allí, por lo que los monjes comenzaron apilar los restos en la iglesia.
Esto es muy común en los lugares con poco espacio y poca tierra, como por ejemplo el cementerio de Venecia en la Isla de San Michel, lugar que, debido a las limitaciones de espacio, tiene algunos de los osarios más grandes del mundo a pesar de ser un cementerio relativamente reciente creado durante el dominio napoleónico del norte de Italia.
Para tener una idea de lo tan alta que llegó la cantidad de huesos, en el siglo XVI uno de los monjes debió levantar seis pirámides de restos óseos para apilarlos mejor, ya que incluso la capilla comenzaba a quedar chica.
A causa de esta razón en el siglo XIX, más exactamente en 1871, el príncipe de Schwartzenberg, preocupado por la cantidad de huesos en el lugar, contrató a Frantisek Rindt, un afamado artista local, para que viera como mejorar el lugar respetando a la vez el deseo de las personas que decidieron que sus restos descansasen en el lugar.
Frantisek, entonces, tomó la decisión de construir una iglesia utilizando los huesos de los difuntos, es así que tiene origen el Osario de Sedlec, el cual se ha vuelto mundialmente famoso en nuestros días a causa de su singular arte con huesos humanos.
Los osarios
Los osarios son muy comunes por toda Europa, y generalmente servían la tarea de servir como un depósito donde se reunían o guardaban los huesos de las personas cuando se acababa el espacio físico para las tumbas.
Generalmente los esqueletos que iban a parar a los osarios eran esqueletos antiguos, muchos superando el siglo de antigüedad, por lo que nadie se oponía a su inhumación. Al contrario, esto abría lugar para que las personas vivas puedan enterrar en santa sepultura a sus familiares recientemente fallecidos. Esto se acentuó principalmente durante los tiempos de la peste negra, cuando no había lugar alguno en los cementerios.
A medida que los huesos se apilaban los monjes comenzaban a separar los huesos por tipo, como por ejemplo pasillos enteros de calaveras, algo muy llamativo en el osario de las catacumbas de París, o artísticamente como en el osario de Sedlec en Kutná Hora.
Si bien los osarios tienen un fuerte significado cultural en las comunidades judías, y por extensión las comunidades cristianas, los mismos también podían ser regularmente vistos por la República y el Imperio Romano. En la cultura judía los cadáveres generalmente se inhumaban en el suelo previamente al atardecer durante el día del óbito.
Totentanz la danza macabra
En el caso de Sedlec, donde los huesos se acomodaron de manera artística, podemos ver una leve similitud con el Totentanz, la danza macabra de la peste negra.