Las mejores réplicas históricas
Esta es la primera parte en nuestra serie de artículos sobre las mejores réplicas históricas, esos momentos de sagacidad mental que, debido a su impacto y perspicacia, quedan grabados a fuego en las páginas de la Historia. Puedes consultar la segunda parte siguiendo este enlace.
Lady Astor y Winston Churchill
Durante una gala Lady Astor le comentó a Winston Churchill, a causa de su carácter:
Churchill, la mira y le responde:
Benjamin Disraeli y William Gladstone
Benjamin Disraeli, primer ministro británico durante el siglo XIX quien presidió durante la crisis que llevó a que el río Támesis prácticamente se pudra debido a la basura, tenía un contrincante a muerte, William Gladstone, con el que discutía constantemente de manera acalorada en el Parlamento Británico. En una oportunidad le preguntaron la diferencia entre algo calamitoso y algo desafortunado. Y respondió:
Marilyn Monroe y Albert Einstein
En una reunión social Marilyn Monroe se cruzó con Albert Einstein, ésta le sugirió lo siguiente:
Einstein muy seriamente le respondió:
Sobre la inteligencia de Marilyn
No obstante, el genio de la física y padre de la Teoría de la Relatividad se apresuró de manera muy prejuiciosa al responder a la diva de Hollywood, ya que Marilyn Monroe no era ninguna tonta y tenía un coeficiente intelectual certificado de 165 puntos, muy por arriba de la media en incluso cinco puntos por arriba del coeficiente intelectual certificado del mismo Albert Einstein.
Napoleón a su mensajero
Al morir Napoleón un mensajero le llevó una carta con la noticia a Jorge IV. La carta contenía el siguiente mensaje:
Robert Surcof contra los británicos
Para lo último, hemos guardado la mejor de todas las réplicas de la historia. La réplica de Robert Surcof a sus prisioneros británicos. Surcof era un pirata francés del siglo XIX, durante sus varias andanzas por los territorios coloniales de los británicos y los portugueses, el pirata se topó y ganó el odio de muchos oficiales de la Marina Real Británica.
Su última capitanía fue al mando de la Revenant, una embarcación de 18 cañones construida bajo sus propias especificaciones y consejos. Con esta embarcación sembró el terror en las flotas coloniales en los dominios de las tropas británicas y portuguesas en la India, constantemente atacando sus embarcaciones y alzándose con jugosos botines de guerra.
Durante uno de esos actos de piratería, Surcof retornó a su base en isla de Mauricio, cercana a las costas orientales del continente africano y en ese entonces conocida bajo el nombre de Isla de Francia. En dicha isla, y tras haber festejado una serie de triunfos entre los que se incluían la captura de un barco británico, el Sir William Burroughs de 10 cañones, el 18 de diciembre de 1807, posteriormente la captura del navío portugués Oriente el 30 de dicho mes y a los pocos días la captura del navío árabe Jem lab Dim el 6 de enero de 1808, Surcof montó una fiesta y, tras festejar, se dirigió a ver a sus prisioneros.
Mientras pasaba revista, un oficial de la Marina Real Británica de noble cuna lo miro con desprecio y le dijo:
Surcof lo miró atentamente, hizo una breve pausa y con una sonrisa le respondió con una de las mejores réplicas históricas alguna vez hechas:
Las mejores réplicas históricas continúan en la segunda parte.