La paciencia del miniaturismo
Hace varios años vi con asombro como ciertos monjes budistas en China pasaban decenas de horas escribiendo poemas en granos de arroz. Recuerdo como me maravilló la paciencia y dedicación de estas personas que, con su arte, podían crear piezas únicas. Sin embargo, Hagop Sandaldjian ha llevado la técnica hacia un nuevo extremo siendo capaz de crear escenas extremadamente detalladas dentro del ojo de una aguja.
En efecto, quizás la habilidad que más se necesite desarrollar en el arte del miniaturismo es la paciencia, no una habilidad de precisión motriz sino una habilidad de control mental que permita soportar el riguroso estrés de tener que trabajar con piezas que, muchas veces, son hasta imposibles de ver sin la ayuda de lentes de aumento. Esto es algo que ha dejado muy en claro el artista Steven Backman, experto en crear miniaturas de grandes monumentos utilizando miles de palillos y quien ha titulado a su obra como La esencia de la paciencia debido al estrés mental que las mismas requieren.
A continuación hablaremos sobre la obra del ya mencionado Hagop Sandaldjia, un artista capaz de crear figuras en miniatura que cabían en el ojo de una aguja. Sandaldjia fue quizás el mayor exponente de lo anteriormente mencionado, ya que incluso debió desarrollar una técnica para coordinar su ritmo cardíaco y su respiración con el movimiento de sus manos.
Las microminiaturas de Hagop Sandaldjian
Nacido en Egipto de joven descubrió una pasión muy grande hacia la música, pasión que lo Bailarina tallada en un cabello humano enfrentó a su padre quien se oponía a un oficio tan poco remunerado y que, en varias oportunidades, llegó a la violencia incluso destruyendo el violín de Hagop. Sin embargo, esto no lo hizo abandonar y tras mucho esfuerzo logró crear una carrera promisoria de su pasión.
En 1960, ya casado y viviendo en Armenia, comenzó a desarrollar una teoría ergonómica del sonido producido por sus instrumentos y a investigar fuertemente sobre el tema. Esta teoría requería la construcción de partes por lo que Hagop fue convirtiéndose en un excelso miniaturista. La vida lo llevó a cruzarse con el renombrado miniaturista Edward Kazarian, con quien entablaría una gran amistad, y pronto se encontrarían trabajando juntos y aprendiendo el uno del otro.
Arte microscópica: un artista comparable al gran Hagop Sandaldjian fue Henry Dalton. Un pionero victoriano de la microscopia quien utilizaba las escamas del ala de distintas especies de mariposas para crear bellísimos mosaicos microscópicos.
En la siguiente imagen observamos al miniaturista Hagop Sandaldjian trabajando en una de sus micro esculturas. Vemos el microscopio que utilizaba para su trabajo y las distintas herramientas de precisión con las que tallaba a sus figuras.
Es particular la dedicación y detalle de cada pieza las cuales, en promedio, requieren de 15 meses de duro trabajo para ser terminadas. Debido a que un respiro o un movimiento tan diminuto como el mismo pulso de la mano puede arruinar la obra. El artista rara vez tomaba comisiones, y por regla general realizaba sus obras a manera de hobby, siendo las personas de historietas para niños uno de sus tópicos favoritos.
Debemos destacar que Hagop, debió desarrollar una técnica especial para coordinar los movimientos de sus herramientas con su ritmo cardiaco y respiración, y así evitar un movimiento en falso que arruine el trabajo de tantos meses.
A continuación vemos al personaje de Disney Goofy posado sobre el reverso de una aguja de coser. Notamos el increíble detalle de la obra, ya que los ojos de Goofy tienen un tamaño de menos de una décima de milímetro. Realmente un artista sin igual.
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