La industriosa Londres victorina
Los problemas de una metrópolis sobre poblada e industriosa como era el Londres victoriano fueron y son la acumulación de la suciedad y los niveles de contaminación. Si bien en el presente se han promulgado leyes y se ha creado una consciencia social para «no ensuciar» en el pasado esto no era así, y desde fábricas hasta personas particulares e incluso los barcos arrojaban todos sus desperdicios al río Támesis. Gradualmente el Támesis, en inglés Thames, se convirtió en una gran cloaca al punto de que los olores eran realmente insoportables. Todo esto desembocó en dos crisis considerables que no solo apestaron a la ciudad, sino que además se cobraron cientos de vidas: el «Gran Apestamiento de Londres de 1858» y la «La Gran Peste de Londres de 1892»
El Gran Esmog: curiosamente el Gran Apestamiento de Londres no fue el único episodio de contaminación masiva que terminó causando serios problemas en la vida cotidiana de los londinenses. Por ejemplo, a mediados del siglo XX, durante un frío invierno que llevó a que la contaminación atmosférica descienda sobre la ciudad, Londres fue completamente cubierta en una densa y prácticamente insufrible nube de Esmog que paralizó a la capital inglesa por completo.
El Gran Apestamiento
La ya mencionada acumulación de basura en el río llevó a que en el año 1858, debido al particularmente intenso calor de aquel verano, el Támesis comenzara a largar un vaho insoportable. Los miembros del Parlamento Británico abandonaban las sesiones vomitando, y el primer ministro Disraeli debió salir corriendo de su despacho con un pañuelo en la nariz al no soportar la hediondez presente en el mismo. Así mismo los vendedores de los mercados cercanos al río cerraron sus establecimientos y escaparon y la gente en las viviendas cercanas escapó a los parques. Algo que no era una solución en sí misma, ya que el olor se percibía intensamente desde prácticamente todos los puntos de Londres.
En la ilustración a anterior vemos a Michael Faraday, el gran científico y uno de los padres junto al gran Nikola Tesla de la ingeniería eléctrica moderna, entregando una carta a la representación pagana del río Támesis flotando entre la basura e incluso una cantidad considerable de animales muertos (los celtas veían a los cuerpos de agua y a los ríos como personas, es decir, eran personificados en avatares humanoides. Los lagos generalmente eran mujeres y los ríos eran hombre, debido a esta razón vemos al «padre Támesis» como un viejo oloroso y sucio repleto de basura y desechos).
Con el fin de solucionar el problema se comisionó al en ese entonces ya legendario ingeniero Joseph Bazalgette para construir un colosal sistema de cloacas que administrara los desechos de la ciudad. Bazalgette además trazó un mejor sistema de alcantarillado a nivel de la superficie, es decir drenajes conectados al sistema cloacal para absorber las aguas de lluvia. Intentando además, y debemos decir con un gran énfasis, convencer a los líderes británicos para que estos construyesen plantas de tratamiento de desechos que filtren las aguas del río con regularidad. El experimentado ingeniero sabía que construir cloacas y alcantarillas era solo parte de la solución, y que solo tratando y purificando el agua el problema sería finalmente solucionado.
Los líderes de la ciudad decidieron no escuchar a Bazalgette, pensando que era un gasto innecesario, ya que las cloacas aparentemente parecían haber solucionado todo. Si bien la solución perduró durante algunas décadas, el Támesis se volvería a contaminar en un evento histórico hoy recordado como «La Gran Peste» (nombre que le dieron tanto por el olor como por el cólera causado por la contaminación, no confundir con la plaga que comúnmente denominamos como «la peste»).
El río actualmente más contaminado: en la actualidad el río más contaminado del mundo se encuentra en Indonesia, un país en vías de desarrollo cuyo crecimiento económico ha llevado a generar niveles inmanejables de basura. Este río es el Citarum, un río prácticamente de basura.
La Gran Peste
Desgraciadamente los temores de Joseph Bazalgette se hicieron realidad, y la solución a medias del «Gran Apestamiento de Londres de 1858» sirvió como trampolín originador de «La Gran Peste de Londres de 1892», en la cual millones de ratas criadas en las cloacas creadas para solucionar la crisis anterior invadieron la ciudad, causando una epidemia de cólera nunca antes vista. Epidemia que afectó a gran parte de la población londinense causando una cantidad de bajas no vista en toda Inglaterra desde hacía varios siglos. Esto, lógicamente, o quizás no, causó a su vez una gran cantidad de resentimiento social y las autoridades necesitaron enfocar dicha ira social contra alguien ó algo que no sea ellos mismos. Como vemos, pueden cambiar las eras, pero los políticos se mantienen siempre iguales.
Todo esto dio como resultado que Bazalgette fuera utilizado como chivo expiatorio, y todos los políticos comenzaron a culpar su solución de la peste, de hecho, y a pesar que el mismo ingeniero pródigo y sus antepasados eran ingleses, varios políticos preferían llamarlo bajo el apodo de «el francés» a causa de su apellido con el fin de avivar el resentimiento a nivel cultural que el común denominador de la sociedad inglesa de la época tenía hacia Francia.
Por supuesto ninguno reconoció que en casi 40 años nunca se realizó una limpieza intensiva del sistema de cloacas, y mucho menos se construyeron las plantas de limpieza necesarias, lo que dio el pie para que las ratas encontraran un ambiente propicio para su reproducción.
Ciudades sobre pobladas: actualmente una de las ciudades más sobrepasadas del mundo es la ciudad africana de Lagos, ciudad cuyo crecimiento demográfico es tal que se considera como uno de los crecimientos orgánicos más rápidos y descontrolados en la historia urbana del mundo. Puedes leer más al respecto en el siguiente artículo: Lagos, la ciudad más sobre poblada del mundo.
La manipulación del medio ambiente
Hoy en día podemos ver desde la lejanía que nos da el tiempo como este es un buen ejemplo de un caso en el que la solución de un problema menor lleva a generar un problema mucho mayor, y nos recuerda a uno de los episodios más hilarantes y a su vez extremadamente trágicos en la Historia de la humanidad: El experimento que destruyó el ecosistema de Borneo, especies invasivas, un experimento que, al igual que el que acabamos de ver, tuvo consecuencias desastrosas para el medio ambiente y la población local debido a un efecto dominó de malas decisiones.