Insectos gigantes
Si bien en el presente consideramos a los insectos como algo pequeño, al punto de que en la cultura popular la frase «aplastado como a un insecto» significa destruir algo pequeño, en el pasado, cuando el oxígeno abundaba en la atmósfera terrestre en niveles muy superiores a los actuales, los insectos tenían un tamaño mucho más grande. Hoy en día, no obstante, los casos de insectos relativamente gigantes son escasos y muy contados. Desde el ciempiés gigante de Vietnam que aterrorizo a los soldados estadounidenses hasta la mariposa Attacus Atlas, la mariposa más grande del mundo.
A continuación hablaremos de este asombroso ser vivo que logró sorprender a los viajeros y exploradores científicos del siglo XVIII.
Attacus Atlas la mariposa más grande
Considerada como la mariposa más grande del mundo la Attacus Atlas es ciertamente un ser impresionante. Originaria de las selvas de Malasia llega a medir unos 30 centímetros de ancho por unos 25 de largo. Es decir, entre unas veinte y treinta veces más grande que la mariposa promedio, la cual por lo general, salvo por escasos casos como las mariposas monarca, no superan el centímetro y medio.
Quizás uno de los detalles más interesantes de este ser vivo, y ciertamente el más aterrador de todos, es que la totalidad de su alimento y nutrientes son ingeridos durante la etapa larval. De adulta la Attacus Atlas tiene su boca sellada, por lo que no se alimentará nunca durante su vida como una mariposa.
En la siguiente imagen podemos apreciar su tamaño en relación con la mano de un hombre adulto:
El único objetivo de estos insectos alados una vez en su etapa adulta es reproducirse y dejar los huevos necesarios para garantizar una nueva generación y, como veremos a continuación, defender a las larvas de sus principales predadores, las aves, razón por la cual los extremos de sus alas han evolucionado para asemejar las cabezas de dos serpientes. .
La migración de las monarcas: si bien las anteriormente mencionadas mariposas monarca son más grandes que el común denominador de las mariposas, las mismas palidecen en comparación a la Attacus Atlas. No obstante, es en sus gigantescos números donde las monarcas brillan, ya que durante su etapa migratoria llegan a cubrir bosques enteros.
Un mecanismo defensivo sin igual
Su vuelo es particularmente llamativo, ya que su peso es una gran dificultad a la hora de mantenerse en el aire con tan pesadas alas, por lo que generalmente planea junto a las corrientes de viento. Otra particularidad son los patrones semejantes a los de las serpientes de la zona.
Varios naturalistas han logrado observar que su función como adultas es simplemente asustar a los depredadores y mantenerlos alejados de las zonas ricas en larvas. Debido a que esos depredadores son por lo general aves, y el predador natural de las aves en Malasia suelen ser las serpientes, los extremos de las alas de la Attacus Atlas han evolucionado para asemejarse a las cabezas de dos serpientes.
La Attacus Atlas no es el único lepidoptero que ha evolucionado algo así. Por ejemplo, la polilla Antheraea polyphemus, cuya oruga es el ser vivo que come más cantidad alimento en relación a su tamaño y peso de la naturaleza, llegando a comer 86.000 veces su peso corporal, se encuentra a medio camino, y sus alas están comenzando a asemejarse a dos serpientes.
Este tipo de mecanismo evolutivo se denomina mimetismo, y podemos verlo en varias especies, como por ejemplo el pulpo mimo, un pulpo capaz de copiar la forma de otros seres marinos. Como podemos observar, este es otro de los increíblemente fascinantes hechos de nuestro diverso planeta tierra.