Un breve repaso por la tragedia
Desgraciadamente uno de los templos más hermosos y antiguos del mundo fue víctima de saqueos e inconsciencias que lo llevaron a la ruina patente que padece hoy día. El Partenón es un templo ubicado en la Acrópolis de Atenas dedicado a una de las deidades más amadas por los griegos, la diosa Atenea Parthenos -adjetivo sobrenombre de Atenea- honrándola en agradecimiento por proteger la ciudad que lleva su nombre.
De inconfundible estilo dórico y construido bajo orden de Pericles, uno de los más sabios hombres de estado que la historia haya visto, entre el 447 y el 432 a. C. gracias al talento de los arquitectos Ictino y Calícrates quienes siguieron las instrucciones del gran escultor Fidias.
La fogosa historia de la humanidad quiso que el templo se encuentre en una zona candente y estratégica, no ajena a guerras y masacres, pasando de mano en mano con cada nueva conquista. Si bien los cambios fueron muchos hubo tres episodios que causaron deterioros irreversibles.
El primero de estos llegó con la desaparición de la estatua de Atenea, de unos 1,200 kilogramos de oro macizo y marfil, la cual se encontraba en su interior; el segundo llegó con la casi destrucción durante la guerra Turco-veneciana en 1687, cuando al ser este utilizado como depósito de pólvora por los turcos una de las balas de cañón del almirante Morosini impacto contra la estructura dando como resultado una explosión enorme que dejó al Partenón con ese aspecto corroído que conocemos hoy en día y la cual literalmente hizo volar el techo.
De todas maneras el tercer y más doloroso de los episodios llegaría a manos de los ingleses, cuando el embajador británico en Constantinopla a principios del siglo XIX, Lord Thomas Elgin, decidiera «adueñarse» de las esculturas que aún adornaban la fachada de la construcción sobornando a un contingente de soldados turcos para que estos las arrancasen con barretas y palancas, destruyendo en el proceso gran cantidad de figuras y fragmentando otras tantas en decenas de pedazos.
En la actualidad estas placas permanecen en el Museo Británico, museo cuya deplorable ética lo ha hecho reconocido a la hora de contratar mercenarios para saquear sitios arqueológicos e incluso fomentar el robo de piezas comprando reliquias en el mercado negro. Dicho museo posee la mayor cantidad de «reliquias saqueadas» en el mundo y aun hoy en día hace oídos sordos al reclamo de Grecia y de otras tantas naciones a las cuales saqueó descaradamente.
¿Y como era en su época de gloria?
Si bien existen cientos de reconstrucciones gráficas del templo todos podemos asegurar sin lugar a dudas en que ver un dibujo o imagen es incomparable a estar parado frente a este y sentir su enormidad a plena vista. Bueno, salvo que viajemos hasta Nashville donde existe una réplica exacta a escala real del Partenón.
Construida en 1897 para festejar el aniversario del centenario de Tennessee como parte de la Unión por los arquitectos William B. Dinsmoor y Russell E. Hart esta es la única réplica exacta, no solo en tamaño y forma sino que además todas las decoraciones son exactas, incluida la inmensa estatua de unos 13 metros de Atenea en el centro -salvo que, como es lógico asumir, no es ni de oro ni de marfil como la original-
Sobre Atenea: Esta Diosa de la Sabiduría y el Poder era además una guerrera protectora. En la estatua puede vérsela sosteniendo a Nike -diosa querubina de la victoria- así como su poderoso arsenal: el Aegis, escudo impenetrable dado por Zeus, su padre; la lanza del poder (que representa el poder de la sabiduría); la serpiente que representa a Erictonio -primer Rey de Atenas y criado por la Diosa misma- y su casco especial, capaz de conferirle el poder del vuelo-.