Fósiles vivientes animales-planta
El solo hecho de pensar en un ser que tiene las características físicas de una planta, pero al mismo tiempo está dotado de sangre y de un corazón llegando a ser un predador voraz nos puede a resultar ajeno a este planeta. Este pensamiento no sería muy errado, ya que los crinoideos son una «ramificación evolutiva» ejemplar, es decir, su evolución se separó y aisló del común denominador de los seres del planeta en un punto remoto del pasado, por lo que hoy en día son considerados fósiles vivientes.
Los crinoideos
Estos animales acuáticos equinodermos son de los considerados «altamente especializados» es decir que desde su metabolismo hasta su forma física están adaptados a cierto tipo particular de presas y ambientes. Si bien los primeros naturistas los confundieron en un principio con ubicarse en «la línea divisoria entre el reino vegetal y el animal» esto no es así.
Si bien los animales híbridos son algo relativamente común en la naturaleza, como por ejemplo las mulas o los tigrones, felinos híbridos entre leones y tigres, los crinoideos son algo distinto y aún más fascinante. La siguiente imagen es un claro ejemplo de lo fácil que sería confundir a estos singulares animales con un helecho.
Los crinoideos son en realidad animales que «tomaron» la forma de ciertas plantas, como por ejemplo los helechos, para poder mezclarse mejor con su ambiente. Datan del Ordovícico -hace unos 500 millones de años- y su transición de habitar en la superficie a hacerlo en las profundidades fue relativamente brusca comparada con la experimentada por otras especies, lo que explica su rareza.
Generalmente habitan en las profundidades del mar, pero a veces suelen salir a la superficie causando el asombro de quien los aviste desprevenido, ya que prácticamente dan la impresión de ser un «helecho caminante».
Debemos aclarar que estos animales no son propiamente híbridos, simplemente se trata de animales propiamente dichos que evolucionaron para asemejarse a las plantas. No obstante, en la naturaleza existen los híbridos entre animales del mismo genus. Puedes leer más sobre los asombrosos híbridos como el ligre (león-tigre) en este artículo.
El estudio de los seres marinos: el avance de la ciencia que tuvo lugar desde el XVIII hasta principios del siglo XX llevó a la creación de algunas de las obras científicas más artísticas y bellas alguna vez producidas, desde el Kunstformen der Natur de Ernst Haeckel, uno de los más bellos libros ilustrados sobre biología marina, hasta los complejos y extremadamente frágiles seres de vidrio producidos por la familia Blaschka.
El bosque carnívoro
Uno de los hallazgos más asombrosos fue encontrar «bosques carnívoros» zonas donde la gran cantidad de fósiles de crinoideos indican que, en un pasado, estos animales solían formar «bosques» atrayendo a peces y otros seres con sus vivos colores, con el fin de devorarlos rápidamente cuando estos se acercaban demasiado.
Esto les brindaba a los crinoideos una ventaja única, ya que sus presas no tenían lugar donde escapar, una vez que entraban al bosque de crinoideos estos no reaccionaban al instante, sino que dejaban que la presa se adentre lo más posible. Al primer ataque, y a pesar de ser rápida, la misma no tenía manera de escapar de estos voraces animales planta.
Debido a la cantidad de bosques carnívoros encontrados esta estrategia debió haberles sido útil a nivel evolutivo, ya que de lo contrario estas enormes e interminables agrupaciones de crinoideos. Solo debemos imaginar tan dantesca escena, con peces de todos los tamaños ingresando a los bosques carnívoros para ser devorados por cientos y hasta miles de animales que aparentaban ser plantas.
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