La humanidad y la muerte
Como dijo el gran escritor Issac Asimov, famoso entre muchas otras obras por sus geniales cuentos de ciencia ficción, «Irónicamente el más fundamental de todos los procesos de la vida». Si bien existe un miedo generalizado hacia la muerte, los investigadores forenses del presente deben estudiarla en profundidad, sobre todo los principios de descomposición, con el fin de mejorar sus herramientas y técnicas forenses.
Body Farm
Este miedo o rechazo hacia la muerte, representada en su máxima expresión a través de la putrefacción de los cuerpos, existe desde la prehistoria. De hecho, durante el neolítico, era normal que al enterrar a los miembros del clan conjuntamente se les rompiesen y atasen las extremidades, quizás con el fin de evitar un regreso póstumo. Esta es una costumbre que también practicaban los hombres de neandertal quienes, a diferencia de la creencia popular, poseían una intrincada y elaborada cultura.
Dicho temor o alejamiento no se mantuvo aislado en el terreno de la superstición, sino que se expandió a la ciencia retrasando el estudio científico de la muerte durante muchos años. Tan relegado quedó que recién en 1971 se creó el primer laboratorio dedicado al estudio comprensivo de la descomposición humana.
Body Farm -Granja de cuerpos- es un laboratorio fundado por el doctor William Bass en 1971 con fondos del Departamento de Antropología Forense de la Universidad de Tennessee, aunque el mismo es utilizado y visitado por expertos forenses de todo el mundo para perfeccionar sus técnicas y desarrollar nuevos métodos de identificación e investigación forense.
Extendiéndose en un área de aproximadamente 300 acres, este complejo a cielo abierto y fortificado visualmente similar a las imágenes dejadas por un campo de batalla medieval, trajo gran controversia ya que en su interior son constantemente depositados centenas de cadáveres cuya descomposición es estudiada en profundidad e intensivamente.
Los cementerios y el arte: quizás es por lo mencionado por Asimov, es decir «[la muerte es] Irónicamente el más fundamental de todos los procesos de la vida» que los cementerios son lugares tan bellos y repletos de arte. No es el caso de Body Farm, donde impera la ciencia. No obstante, en el mundo existen lugares tales como: La isla de la muerte, San Michele el cementerio de Venecia.
Si bien la sola idea puede sonar macabra, los resultados han sido más que satisfactorios ya que el conocimiento que brindó Body Farm permitió expandir no solo el arsenal de herramientas con el que cuenta la ciencia forense, sino que además se amplió fuertemente el conocimiento de la acción bacterial sobre los tejidos humanos.
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