Las tribus de Lamafas, en el poblado de Lamalera al sur de la isla de Lembata, cercana a Indonesia, es una tribu cuyos métodos de cacería quedaron congelados en el tiempo y aun hoy continúan cazando ballenas de la misma manera que sus ancestros lo hacían hace milenios atrás. Curiosamente esta área del mundo posee varias tribus perdidas en el tiempo.
Denominadas por esta tribu bajo el nombre de koteklemas, es decir las ballenas, son parte de la dieta cotidiana de esta tribu. La cacería puede llevar más de 6 horas de arduo combate entre los pescadores y el animal, desarrollándose enteramente sin utilizar arpones propulsados o rifles, sino que solo se valen de enormes lanzas las cuales clavan en la ballena gracias a su propio peso y cuchillos ceremoniales denominados duri.
No solo las armas son primitivas, sino que los botes y redes también están hechos de la misma manera en la que sus ancestros las confeccionaban hace siglos. Por desgracia el sufrimiento del animal es extremo debiendo soportar por varias horas todo tipo de flagelaciones y desgarros en su piel.
La actitud anterior es hipócrita, ya que los cazadores Lamafas utilizan tecnología moderna en sus cacerías, como por ejemplo cuerdas de nylon, como puede verse en la imagen anterior, y vestimentas modernas. Es decir, su renuencia a utilizar armamento moderno que limite el sufrimiento de la ballena o simplemente cambiar su dieta es simplemente un capricho.
De hecho generalmente estas no mueren por los cortes sino por ahogamiento, ya que llega un momento donde la pérdida de sangre le impide juntar la fuerza necesaria como para elevar su orificio nasal a la superficie.
Este ciertamente es un método innecesariamente cruel, ya que se ha ofrecido a los pobladores rifles para que cacen a las ballenas sin causar tanto sufrimiento y estos se han negado por cuestiones de tradición. No obstante, debemos cuestionarse si mantener una tradición justificar hacer sufrir a animales tan inteligentes de manera tan barbárica.
Los botes de los cazadores lamafas están hechos, por regla general, de hojas denominadas gebang, sin clavos ni partes de metal o técnicas de construcción moderna. Quizás la práctica más extrema de esta costumbre es como los cazadores se lanzan al aire para clavar sus lanzas en la gruesa y fuerte fiel de la ballena, algo que a lo largo de los años ha causado varias bajas entre estos cazadores.
Si algo podemos decir es que estos brutales cazadores de ballena tuvieron suerte de nunca haberse topado con Mocha Dick, la ballena que inspiró a Moby Dick y hundió a varios barcos balleneros que atentaron contra su vida.