Las increíbles armas secretas alemanas
La Segunda Guerra Mundial vio todo tipo de avances tecnológicos. No obstante, fueron las increíbles armas secretas alemanas las más revolucionarias y sorprendentes, ya que estas estaban varios años más avanzadas a las utilizadas por otros países del mundo.
Desde misiles guiados por sistemas electro-ópticos hasta sensores infrarrojos, son algunas de las armas alemanas que, a pesar de su gran misterio, atormentaban a los aliados en el campo de batalla. Si bien sus gigantescos y poderosos tanques de guerra eran notorios, los alemanes también contaban con avanzados dispositivos electrónicos.
Es sorprendente pensar que esto que hoy es información pública, hace 60 años atrás eran secretos tan celosamente guardados que decenas de espías perdieron sus vidas intentando descifrarlos. Por razones de espacio vamos a obviar algunas de las armas de las que ya hablamos, como los drones explosivos o el súper cañón Schwerer Gustav. Así como los ya famosos misiles de largo alcance V2 y los primeros cazas a reacción de la historia.
A continuación repasaremos algunas de las más interesantes y avanzadas armas secretas alemanas implementadas durante la Segunda Guerra Mundial, el mayor conflicto bélico en la historia de la humanidad.
El sistema de navegación X-Geräte
Uno de los mayores secretos de la guerra fue el entender como los bombarderos de la temible Luftwaffe seguían rutas tan precisas. La respuesta a esto consistía en el X-Geräte, el primer sistema de navegación electrónica funcional en la historia el cual dejaba por el suelo a los sistemas de navegación existentes hasta ese entonces como el Jones Live Map.
Este estaba compuesto por un sistema de posicionamiento trigonométrico en base a señales de tierra -El GPS de hoy día utiliza el mismo sistema, salvo que en vez de señales de referencia en tierra emplean satélites- y un avanzado sistema de blanco y calibración de bombas -basado también en un sistema trigonométrico y de cálculo de trayectoria-.
Al ser completamente automático, permitía que los bombarderos alemanes vuelen con menor cantidad de hombres que los aliados, ya que la navegación y el blanco de las bombas era controlado por el mismo sistema. Este tipo de misiones generalmente eran acompañadas con un seguimiento de radares que trabajaban en el rango de los 560MHz como el FuGM 36.
En efecto este sistema de posicionamiento pionero buscó solucionar una de las mayores amenazas y peligros a la que se enfrentaban los bombarderos alemanes en el Reino Unido: Las rutinas diurnas, las cuales eran aprovechadas por la RAF para destruir la mayor cantidad de aviones alemanes posibles.
Con el sistema de posicionamiento X-Geräte, entonces, los alemanes buscaban ser capaces de realizar bombardeos exclusivamente nocturnos, y de hecho, a pesar de su su limitado uso, el sistema demostró que los sistemas de posicionamiento eran una de las herramientas más útiles con las que podían contar las fuerzas aéreas del mundo.
Los primeros misiles guiados
Los alemanes no se contentaron con mejorar los sistemas de posicionamiento para sus bombardeos, también lograron algo inaudito hasta ese entonces que, de haberse implementado en masa, le hubiese dado a Alemania una ventaja sin igual: los misiles guiados.hablaremos a continuación.
No solo los alemanes: por su parte, los japoneses también tenían tecnología revolucionaria. Este es el caso del submarino portaaviones experimental I-400, el cual era capaz de salir a flote cerca del área enemiga, abrir una compuerta especial y de esta lanzar aviones Aichi M6A Seiran al ataque.
La Luftwaffe contaba con los únicos misiles guiados del mundo en ese entonces. Son legendarios los reportes de los pilotos de la RAF que aterrorizados veían como los misiles alemanes no seguían una trayectoria recta, sino que todo lo contrario, al igual que un depredador, doblaban en el aire atacando la nave más cercana.
El primer misil guiado de la historia fue la serie Henschel Hs. Sin embargo, era muy ineficiente para ser utilizado contra aviones, por lo que su uso sería exclusivo contra buques. Esto cambiaría con la llegada del RK 344, el cual podía ser disparado a 2 millas de distancia. De todas maneras, los dos tipos anteriores eran guiados a control remoto.
El primer misil guiado de manera automática fue el Naxos Z, el cual detectaba las emisiones del sensor H2S de los bombarderos americanos. Si bien no contaba con la precisión de los misiles modernos, el efecto psicológico en los pilotos aliados era devastador.
Miras infrarrojas
Algunos de los relatos más escalofriantes de la Segunda Guerra tienen lugar en las bitácoras de los capitanes de marina británicos, los cuales aseguraban que los alemanes podían disparar con exacta precisión a través de densas cortinas de humo. Esto no era suerte ni casualidad por parte del ejército alemán, sino que era asegurado gracias a la utilización del detector infrarrojo Kiel y los asistentes de blanco y calibración Spanner I y II.
La precisión de este equipo era devastadora, ya que permitía a los barcos alemanes no solamente apuntar a través de las cortinas de humo, sino que además servía para atacar de noche y detectar flotas de aviones enemigos. Posteriormente los spanners serían adaptados a los caza tipo Kauz III.
Hoy en día, precisamente, las bombas y cortinas de humo contienen partículas metálicas pesadas para evitar la detección infrarroja.
Mauser MG 213C
El Mauser MG 213C fue un tipo de cañón anti-aéreo nunca antes visto. Ingeniosamente combinaba el mecanismo a tambor de un revólver con un sistema giratorio múltiple de cañones. De esta forma, se lograba disparar una lluvia de balas desde tierra hacia los aviones aliados con un resultado devastador. Si bien nunca fue producido en serie, al terminar la guerra las unidades remanentes fueron capturadas por los aliados.
A partir de éstas se basaría toda la artillería anti-aérea moderna utilizada desde los años 50s hasta finales de los 80, como vemos fue un diseño extremadamente innovador. Quizás su mayor ventaja fue la manera en la que este novedoso cañón automático disipaba el calor a través de todo su cuerpo, lo que le permitía continuar disparando durante períodos más prolongados en comparación a sus equivalentes en las otras potencias involucradas en la Segunda Guerra.
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