Películas filmadas en una sola toma
Si bien a principios del año 2020 se estrenó una película sobre la Primera Guerra Mundial llamada 1917 la cual logró capturar la atención de la prensa mundial debido al hecho de que «había sido filmada en una sola toma» (esto no fue realmente así, sino que la misma se realizó de manera tal que parezca haber sido filmada en una sola toma cuando no lo fue), las películas filmadas en una sola toma no son nada nuevo. En este artículo hablaremos sobre dos de las películas filmadas con ésta técnica más importantes en la historia del cine.
Una de las primeras películas filmadas en una sola toma fue la película Rope, del gran Alfred Hitchcock. Director y escritor emblemático del suspenso y del horror y uno de los más vanguardistas y experimentales directores del cine de mediados del siglo XX. Rope fue filmada en 1948 y en su tiempo fue muy famosa, además de por su interesante trama y elenco, por ser, justamente, uno de los pocos largometrajes de tiempo completo realizados en una sola toma.
Debido a las limitaciones tecnológicas de la época la filmación de la película debía ser interrumpida periódicamente para cambiar la cinta de la cámara cada 8 minutos. Durante estos cambios de cinta los actores (James Stewart, John Dall, Farley Granger, Joan Chandler, entre otros) se mantenían inmóviles y rápidamente veíamos al equipo de filmación apresurarse para cambiar el rollo. Acto seguido, una vez reemplazado el rollo, los actores «revivían» y la película continuaba.
Sin embargo, existe una película de tiempo completo que se filmó, a diferencia de 1917 y Rope, enteramente en una sola toma y sin trucos de montaje como es el caso de 1917 ó tener que detener la filmación cada 8 minutos como es el caso de Rope.
El Arca Rusa
La más ambiciosa de todas las películas filmadas en una sola toma es la co-producción ruso-alemana llamada el Arca Rusa, dirigida por el director Aleksandr Sokúrov. Con sus 96 minutos, 2000 actores, 33 habitaciones y sus 3 orquestas que en vivo musicalizan la obra, es ciertamente es una de las películas más ambiciosas, sorprendentes y técnicamente desafiantes alguna vez producidas. La obra completa fue grabada en las instalaciones y jardines nevados del hermoso e histórico Museo Hermitage ubicado en San Petersburgo. Palacio construido por los tsares de Rusia en una época en la que construir gigantescos proyectos arquitectónicos y de infraestructura, como por ejemplo el colosal ferrocarril transiberiano, era la norma.
El filme se caracteriza por la llamativa fluidez entre sus «tomas». En mi opinión el director supo ingeniárselas para contar una historia diferente de una manera absolutamente novedosa y a la vez lidiar con todos los problemas técnicas que filmar una película de semejante magnitud en una sola toma acarreaban.
La historia
El director sirve de narrador anónimo detrás de la cámara, la cual viaja como si fuera el fantasma de un hombre que vaga por el Palacio Winter topándose con todo tipo de personajes y situaciones. Un viaje en el que el tiempo y el espacio no son un impedimento, y en el cual veremos habitantes del palacio en sus distintas épocas. Solo un personaje acompaña al fantasma en su viaje, llamado El europeo, un viajero que sirve de mediador entre el fantasma y los habitantes del palacio.