Los oasis de animales
La obra pionera de ficción y fantasía King Kong nos relató la fascinante historia de una isla perdida en el tiempo y el espacio. Isla, alejada de todo contacto con la civilización poblada completamente por gigantescos fósiles vivientes. Curiosamente, y si bien King Kong se trata de una obra de ficción, en el planeta tierra podemos hallar lugares perdidos en el tiempo y aislados del resto del mundo. A continuación hablaremos sobre estos oasis de animales.
El oasis de los cocodrilos
En lo profundo del desierto mauritano existe una singularidad ecológica única en el mundo entero. Un «enclave» formado por un grupo de no más de 30 a 40 cocodrilos, que durante los últimos 9.000 años permaneció aislado, en perfecto equilibrio ecológico, y cuya alimentación se reduce a los peces hallados en el pequeño pozo que habitan desde hace miles de años.
Si bien este no es el único grupo de cocodrilos pigmeos del Sahara hallado al sudeste de Mauritania, sí es el más singular a causa de su completo aislamiento y perfecto equilibrio en su cadena alimenticia, encontrándose a unos 215kms del río más cercano.
Una de las mayores curiosidades es que durante el verano, cuando su hábitat, prácticamente se seca, entran en un estado de sopor que les permite permanecer ayunando durante casi un año -lapso considerablemente mayor que sus primos de pantano-.
El futuro de este grupo de cocodrilos es realmente incierto, ya que como los otros 30 a 44 grupos similares en la región, se encuentran en constante contacto con los humanos Contacto que puede llegar a alterar ese equilibrio que mantiene estable su ecosistema desde hace milenios.
El cementerio de barcos de Nouadibou: además de estas maravillas naturales el desierto mauritano posee lugares asombrosos como el cementerio de barcos de Nouadibou, una playa repleta de gigantescos barcos abandonados esperando se deshuasados.
Los últimos gorilas del congo
Con una tristeza indescriptible debemos hablar del último refugio de los espalda plateada, una región del Congo en la que habitan los últimos 700 ejemplares en libertad de gorilas de montaña -o espalda plateada-, y el cual en la última semana ha caído bajo control de la guerrilla rebelde.
Según reportes de los guardaparques -que tuvieron que huir por sus vidas por sus vidas de la región- se escucharon varios disparos de AK-47 en el corazón del hábitat de los espalda plateada. Señal innegable de que están siendo cazados tanto por su carne como por sus pieles.
Lo anterior es aun más triste si tenemos en cuenta que los gorilas son seres pacíficos, como puedes observar en este espectacular ideo de un grupo de exploradores topándose por sorpresa con un grupo de gorilas silvestres.
La isla de los elefantes
No sólo los gorilas corren peligro en la inestable África, sino que varias especies de animales se están extinguiendo a ritmos acelerados. Una de estas especies, irónicamente condenados a muerte por algo que la evolución «intentó» que sirva para su defensa, son los elefantes. Aislada, perdida al mundo y escondida de la humanidad se encontraba la Isla de los elefantes al sur de Sudán.
Protegida por los inhabitables terrenos pantanosos del Sudd, una región de muy difícil acceso, plagada de insectos, densas neblinas y cocodrilos, pero al mismo tiempo, una defensa natural que protege -o al menos protegía- a varios cientos de elefantes.
La singularidad fue descubierta a finales del 2006 por el ambientalista Tom Catterson y no solo dio un respiro de aíre fresco a los conservacionistas, sino que además está permitiendo el estudio de elefantes verdaderamente salvajes, ya que los encontrados en otras partes de África presentan comportamientos erráticos muy pronunciados a causa de las cacerías.
La inteligencia de los elefantes: los elefantes se encuentran entre los animales más inteligentes del mundo, poseyendo un complejo lenguaje y siendo capaces de realizar tareas complejas como por ejemplo pintar cuadros.
El elefante, es un animal grupal y de conducta extremadamente social, cuya memoria se encuentra entre las más privilegiadas de la naturaleza. Según varios estudios, no existe elefante en África que no haya presenciado directamente la muerte violenta de un familiar cercano.
Por lo que, en parte, se explica el incremento de la conducta violenta en las manadas de elefantes que los naturistas han visto incrementarse en las últimas décadas. Esperemos que la isla de Sudd pueda mantenerse lejos de la muerte y la cacería ahora que ha sido descubierta, y no tengamos que volver a lamentar una situación como la de los espalda plateada.
Afortunadamente Catterson y otros equipos de investigadores mantienen la ubicación de la misma en secreto lo que hace que la ubicación de estos mamíferos seres no sea amenazada por los desalmados cazadores de marfil, los cuales diezman tan magnífica especie a cambio del vil dinero.
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