Si deseáramos tomar la fotografía más grande del mundo, obviamente, necesitaremos la cámara más grande del mundo. Tan grande, que la misma fue construida a partir de un hangar abandonado. El sistema se basa a partir de una cámara estenopeica, es decir, sin objetivo.
En este tipo de cámaras se emplea un pequeño orificio por el cual entra la luz a ser capturada en una fina película foto sensible, similar a las cámaras oscuras. Entonces, al estar el interior de la misma completamente a oscuras, la luz que ingresa por el orificio será la que grabará la imagen. Este tipo de cámaras son las más primitivas, incluso antecesoras a la camara obscura y su sistema es tan simple que, dadas las condiciones, puede llegar a ocurrir naturalmente.
El hangar en cuestión se encuentra en el sur de California, más específicamente en la base El Toro perteneciente a los Marine Corps. Para su creación, el hangar debió ser completamente sellado, y un gigantesco lienzo de 313 metros cuadros debió ser bañando con un costoso tratamiento químico que lo volvió foto sensitivo.
Tras 35 minutos de exposición a la fuente de luz, la enorme película debió ser lavada con unos 2300 litros de revelador, convirtiéndola no sólo en la fotografía más grande del mundo, sino que también en la más costosa de producir.
Todo lo anterior convierte a la fotografía del hangar de El Toro en la fotografía más grande del mundo, una impresionante muestra de lo que un proyecto con líderes determinados tras de si y un grupo de laboriosos colaboradores pueden lograr en cuestión de semanas.
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