El Empire State y los dirigibles
Cuando el Empire State fue ideado, un futuro plagado de naves voladoras era evidente y, con un poco de imaginación y esperanza, hasta lógico. En efecto, parecía ya todo un hecho gracias al furor de los dirigibles de pasajeros. John Raskon, el financiero que puso los fondos para la construcción del mismo, era ciertamente un hombre de visión elevada, por lo que, previniendo un futuro donde los viajes se realicen de manera aérea, ordenó construir un puerto de abordaje de dirigibles en el área superior de su edificio.
Con este fin los responsables de su construcción dotaron a su edificio, el más alto del mundo en ese entonces, con un puerto aéreo sobre el cual los dirigibles pudiesen anclar y las personas abordar el mismo a través de una conexión entre el dirigible y la cúpula del edificio.
De esta manera, el Empire State no solo sería un edificio, sino que a la vez servía de puerto de viajes transcontinentales -con la enorme acumulación de capital que ello significa-. Veían en esto los inversores un excelente punto de partida para crear una industria trans-nacional que los haga aun más ricos de lo que eran. Debemos tener en cuenta que la primera linea aérea comercial en la historia la DELAG ya estaba transportando a miles de personas por Europa con sus dirigibles.
Es así que el diseño original, de terminación rectangular convencional, fue reemplazado por un enorme mástil de arquitectura Art Deco -considerado como muy futurista en los años 20 y que a mi, personalmente, me fascina- el cual convirtió al edificio original de 86 pisos en uno de 102 pisos de altura. Un lujoso elevador, instalado posteriormente, transportaba a los pasajeros hacia la zona habitable que comenzaba a partir del piso 86.
Si bien el puerto aéreo de dirigibles en la cima del Empire State se utilizó durante algunos años, tristemente las corrientes de aire intensas demostraron que el plan no era muy seguro para los pasajeros, y con los años, la emblemática cúpula dejó de funcionar como puerto de embarque y se transformó en una torre de comunicaciones.
Los seres de Festo
Si hablamos de dirigibles, los cuales cayeron en desuso en nuestros días, debemos decir que al menos existen proyectos como los realizados por Festo, una especie de combinación entre corporación con fines comerciales y un grupo artístico conceptual.
Festo ha logrado crear algunos de los dispositivos voladores, utilizando dirigibles, más impactantes e interesantes que pude ver hasta el momento. Utilizando materiales ultra-livianos y resistentes conjuntamente con mecanismos que simulan músculos artificiales, han logrado máquinas cuyo vuelo simula el vuelo de pasajeros. No será lo mismo que experimentar un vuelo transcontinental en un dirigible, pero, peor es nada.
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