En Estados Unidos ha ganado impulso desde los 80s la moda de adjuntarle turbinas a reacción a prácticamente todo tipo de vehículos, incluso bicicletas. De todas estas monstruosidades mecánicas, es quizás el Xtreme Machine Jet truck, el más exagerado y poderoso de todos.
Un camión montado directamente sobre una turbina capaz de generar 18.000 HP. Recordemos que el auto de carreras de Adolf Hitler, construido a mano por el mismísimo Ferdinand Porsche, y capaz de ganarle a una Lamborghini murciélago último modelo, tiene «solo» 350 HP.
El camión es tan rápido que es capaz de viajar medio kilómetro en menos de 8 segundos partiendo desde velocidad nula, y a toda velocidad es capaz de cruzar 1 kilómetro en menos de 6 segundos.
Si bien parece impresionante, es tan poderoso, que si llega a ser acelerado rompería los límites legales establecidos, por lo que en los shows solo se lo acelera intermitentemente.
Sin embargo, quizás mucho más interesantes y prácticos es un tipo de camión de gran poder de arrastre utilizado en Australia, el cual, es capaz de cruzar el árido territorio de Oceanía arrastrando varios trailers y contenedores a la vez. De hecho, algunos son capaces de arrastrar hasta 10 tanques de 25 metros de combustible, volviéndolos literalmente en trenes de ruta.
Este tipo de modificaciones extremas se ha vuelto popular sobre todo en las varias ferias de automóviles de los Estados Unidos, como por ejemplo los Destruction Derbies en los cuales un gran número de automóviles se enfrentan como gladiadores en una arena chocándose unos a otros hasta que quede solo un automóvil capaz de andar por sus propios medios.
También se han popularizado en los eventos de Monster Trucks donde camiones gigantescos, algunos llegando a los dos pisos de altura, destruyen automóviles normales. Los camiones impulsados por motores a reacción sirven a manera de espectáculo de entretiempo en este tipo de eventos y espectáculos.