La Torre Eiffel
Las imágenes han permitido conocer el mundo de una manera que, a generaciones previas a la fotografía, le resultaba imposible. Sin embargo, por alguna razón que desconozco, esto ha llevado a que los grandes monumentos del mundo se caractericen por una perspectiva particular.
Sí, aunque cueste creerlo la imagen anterior pertenece a la Torre Eiffel. La misma posee una simetría más que particular si es vista desde su base.
Aunque cueste creerlo, hubo un hombre llamado Victor Lustig que vendió la Torre Eiffel, no una sino dos veces. Victor Lustig, el hombre que vendió la Torre Eiffel y estafó a Al Capone.
El Big Ben, y la gran confusión
Un detalle cultural interesante es la gran confusión que existe fuera del Reino Unido sobre uno de sus símbolos más queridos y emblematicos. Si bien popularmente, y por regla general, se suele pensar que el Big Ben es el reloj en sí, en realidad esto es un error. El Big Ben es en realidad el nombre de la campana que reside en el interior del Tower Clock -la torre del reloj, que todo el mundo confunde con la campana Big Ben-
Así que ahora, para finiquitar cualquier duda, he aquí el verdadero Big Ben (la campana) que se encuentra dentro del Tower Clock (la torre) hallada en el Palace of Westminster (el edificio en sí).
Como nota al margen, más de 17 años fueron necesarios para arreglar un error estructural en la campana sin sacarla del andamiaje y que no deje de avisar el tiempo a los londinenses con su famosa melodía.
Las entrañas de la Dama de Hierro
Las dos imágenes a continuación pertenecen al interior de la Estatua de la Libertad. Realmente muestran la modestia y humildad de la decoración interna de la misma. Por cierto, la última imagen pertenece a un periódico de 1885 en el cual podemos ver detallada la estructura metálica de la misma.
Hemos escrito un artículo sobre la construcción y el interior de la Estatua de la Libertad. Puedes leerlo siguiendo este enlace.
La habitación oculta del monte Rushmore
Los Rostros del Monte Rushmore son quizás están quizás entre los más conocidos de la historia moderna. Lo que muy pocos saben es que detrás de éstos se oculta un salón sorprendente. El mismo, era parte del sueño original del arquitecto encargado de esculpir los rostros, Gutzon Borglum, quien deseaba crear una biblioteca en la cual habitasen los documentos y papeles más importantes de la historia americana.
Si bien Borglum intentaría mover el mundo para concretar su cometido, la burocracia, y una capa de granito mucho más dura de lo esperado, enterraron su sueño obligándolo a abandonar la construcción del salón. No obstante, varias décadas más tarde, en 1998, tablas de piedra con extractos de la Constitución de los Estados Unidos y otros documentos fueron depositados en el inconcluso salón, para luego sellarlo con una enorme piedra.
Por cierto, en la tercer imagen a continuación puedes ver una fotografía de la entrada «secreta» ubicada en la parte trasera del monumento, exactamente detrás de las cabezas de los presidentes.