Conversación entre Guillermo y su aprendiz Adso sobre la solución a los crímenes cometidos en la abadia. Umberto Eco, El Nombre de la Rosa.
A -Pero entonces -me atreví a comentar-, aún estáis lejos de la solución…
Umberto Eco, El Nombre de la Rosa.
G -Estoy muy cerca, pero no sé de cuál.
A -¿O sea que no tenéis una única respuesta para vuestras preguntas?
G -Si la tuviera, Adso, enseñaría teología en París.
A -¿En París siempre tienen la respuesta verdadera?
G -Nunca, pero están muy seguros de sus errores.
A -¿Y vos? -dije con infantil impertinencia-. ¿Nunca cometéis errores?
G -A menudo -respondió-. Pero en lugar de concebir uno solo, imagino muchos, para no convertirme en el esclavo de ninguno.
Otra de las tantas frases geniales de Umberto Eco en su libro El Nombre de la Rosa el cual recomiendo ampliamente. Un libro fascinante que pinta maravillosamente la vida de la época en el monasterio y nos da una imagen visual clara y certera de todos los lugares y sucesos mencionados en el libro.
Es justamente ese talento de Eco para describir visualmente con sus palabras los escenarios de su obra lo que más nos atrapa. Quien haya leído El Nombre de la Rosa recordará lo vividas e interesantes que eran las descripciones de la huerta de los monjes, sus plantas comestibles, sus plantas medicinales y como Guillermo las describía en profundidad. El verde de las mismas emanaba de las páginas del libro a través de la prosa de Eco.
Si bien la las descripciones y la ambientación del libro son fascinantes, lo más importante del mismo son sus alegorías al conocimiento y la represión del mismo a causa de las creencias oscurantistas tan arraigadas en la iglesia, algo que, realmente fue un mensaje arriesgado considerando el año en el cual el libro se lanzó al público y el entorno académico en el cual Umberto Eco se movía, el cual tenía fuertes vínculos con la iglesia italiana.
Por fortuna Eco pudo vencer todas las dificultades sociales y académicas que su libro conllevaba, y volverse uno de los autores más famosos e influyentes del siglo XX. Tanto El Nombre de la Rosa como otros libros y trabajos de Eco han tenido una repercusión mundial y de peso. Sobre todo sus libros como El Libro de las Tierras Legendarias o la Historia de la Belleza. Ni que hablar de su excelente tratado Como Escribir una Tesis.
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