La destrucción del mar Aral
En esta oportunidad hablaremos sobre uno de los mayores desastres ecológicos del siglo pasado, un claro ejemplo de la codicia y la falta de escrúpulos llevando a la destrucción ecológica de un área de dimensiones colosales. La destrucción del mar Aral por la Unión Soviética.
Si bien la imagen de barcos navegando sobre las arenas es común en la literatura fantástica, en el desierto cercano al mar de Aral, en Kazajistán, esta no es una visión fuera de lo común, ya que infortunadamente, a causa de las terribles acciones en contra de la ecología local que la Unión Soviética cometió en el área al cambiar el curso de los dos ríos que alimentaban a dicho cuerpo de agua, se llevó a que el mismo hoy día se esté «contrayendo», y varios barcos que en el pasado se habían hundido o habían sido abandonados en sus aguas fuesen quedando expuestos en este nuevo desierto formado a partir de la desaparición de las aguas.
Alrededor de los años 60, el mar perdió la mayor parte de su suministro natural de agua, totalizando una pérdida de 25 a 55 kilómetros cúbicos por año. Razón por la cual el mar de Aral perdería unos 20 centímetros promedio por año a partir de 1961 y continuaría así hasta 1971.
La situación no mejoraría a partir de aquí, y durante los 70s esa cifra se triplicaría. Convirtiendo la zona adyacente de un árido desierto, y dando a su vez la ilusión romántica de ver barcos en la arena como si estos mismos navegasen sobre las arenas del desierto. Algo que, curiosamente, ocurre también en el canal de Suez.
Desafortunadamente, los entre 30 y 35 mil kilómetros cuadrados de arenas de alto contenido salino expuestas por la desaparición del mar, actualmente están probando ser un desastre ecológico aun mayor, ya que son arrastradas por el viento en un radio de 200 kilómetros, arruinando así otras áreas cercanas de cosecha y causando grandes pérdidas. Se ha detectado su presencia hasta en los Himalayas.
La siguiente imagen nos muestra la destrucción gradual del mar Aral, y como el mismo sufrió un proceso de desertificación al punto de perder gran parte de su masa de agua. Vemos además como la contracción del volumen de agua en este otrora colosal cuerpo de agua llevó a que el agua restante se mineralice en gran medida, acabando así con gran parte de la vida que lo habitaba.
Realmente una de las mayores tragedias ecológicas del siglo XX.
Tristemente esta no fue la única y ni última vez en la que la codicia llevó a la destrucción ecológica de un cuerpo de agua. En los Estados Unidos, en la otra esquina del mundo, las actividades mineras en Luisiana llevaron a la desaparición de un enorme lago.
Como vemos, la codicia humana no tiene lugar geográfico ni ideología de preferencia.
Abandono a gran escala
El abandono de grandes vehículos a o maquinarias pesadas a los elementos, justamente para que sea la misma madre naturaleza quien se encargue de, aunque sea muy lentamente, desintegrar dichos objetos, es algo relativamente común a lo largo y ancho del mundo. Por supuesto que la diferencia entres los depósitos anteriormente mencionados y los barcos del mar Aral es que estos últimos son una curiosidad natural, fruto de haberse secado dicho mar.
Generalmente estos depósitos de objetos abandonados al aire libre se encuentran en áreas alejadas, y cercanas al mar con el fin de que la salinidad en el aire acelere su descomposición. Un ejemplo de esto, aunque este se encuentra lejos del mar, es el depósito de trenes y locomotoras abandonadas de la Unión Soviética en Shumkovo.
Si bien en la Unión Soviética este tipo de paisajes desoladores son muy comunes debido a la combinación de la industrialización soviética y el brusco y relativamente repentino colapso de dicho poder, estos depósitos son relativamente comunes a lo largo y ancho del mundo. Seguramente si buscas en tu propio país encontrarás depósitos similares para explorar y descubrir.
Enlaces relacionados
– Varias imágenes y un artículo sobre el impacto ecológico de la desaparición del mar.