Belleza en los cementerios
A pesar de su propósito sombrío, es decir servir como morada de descanso final a los muertos, la belleza de los cementerios es indiscutible, ya que muchos de éstos, y sobre todo los antiguos que se remontan a siglos en el pasado o ciudades históricas como el ya legendario cementerio isla de Venecia, son, a falta una mejor definición bosques de arte, donde las lápidas ornadas y las esculturas reemplazan a los árboles. Hoy hablaremos de uno de estos cementerios singulares: el cementerio de mascotas en el Hyde Park de Londres.
El cementerio de mascotas victoriano
Quizás uno de los lugares más excéntricos y raros de Londres sea el cementerio victoriano de mascotas oculto en el Hyde Park, uno de los últimos pulmones verdes en una ciudad cuya belleza natural ha sido prácticamente destruida a medida que se fue poblando cada vez más de edificios de metal y vidrio durante la última mitad del siglo XX -es entristecedor el solo pensar en la cantidad de parques y plazas que han desaparecido de Londres en pos del «progreso urbano»-
Cerrado al público y oculto detrás de la Victoria Gate, el mismo tuvo origen a finales del 1880, cuando una pequeña perra de la raza terrier llamada Cherry fuese enterrada por sus amos quienes, además, dejaron una pequeña placa conmemorativa en la cual, y en pocas palabras, describían su amor hacia tan fiel y amigable criatura.
Poco más de 10 años después y gracias al boca a boca, las pequeñas tumbas superaban las tres decenas, y para su cierre, en 1967, casi 90 años después de que esa pequeña tumba en honor a Cherry inaugurara de manera informal el cementerio para mascotas del Hyde Park, cientos de pequeñas tumbas recordando a las fieles mascotas podían ser halladas por todo el predio. Muchas con mensajes extremadamente emotivos.
Quizás uno de los aspectos más importantes de este cementerio es que, al igual que objetos tales como los fotocromos, las primeras fotografías a color, nos permite tener una ventana al pasado el cual a veces tan creemos distante pero que, realmente, no era tan distinto a nuestros tiempos.
A su vez podemos observar que existían ciertos nombres de moda, como por ejemplo Prince, un nombre que se repite mucho entre las tumbas de perros. Rex, Spot, Fido y Bones eran otros nombres aparentemente muy populares entre los perros victorianos que habitaban los hogares londinenses entre finales del siglo XIX y mediados del siglo XX.
Más sobre cementerios
― En el cementerio de Brugge, Bélgica,existe una singular estatua-lápida sin rostro. El rostro de la misma se borró con el pasar del tiempo, volviendo el motivo de dicha estatua en un misterio.
― En Ucrania existe un cementerio de estatuas creado luego de que dicho país se liberara de la opresión soviética y arrojara las estatuas de sus antiguos opresores al mar.