Los cultos y creencias de la humanidad
Las religiones y cultos son una constante en prácticamente todas las culturas humanas. Desde la rica mitología griega y sus bellos mitos de creación y las religiones monoteístas como es el caso del judaísmo, cristianismo e islamismo hasta los cultos de pequeñas tribus del océano Pacífico, muchos de los cuales, como los denominados cultos del cargamento, con orígenes relativamente modernos. No obstante, hoy hablaremos del culto más extraño en toda la historia del a humanidad. El culto al mesías eléctrico, un verdadero dios mecánico.
El mesías eléctrico
De todos los cultos estrafalarios habidos y por haber el culto al mesías eléctrico de John Murray Spear es por lejos mi favorito, ya que es el único culto que conozco que en vez de esperar al mesías prefirieron ir a construirlo ellos mismos. Murray Spear comenzó a interesarse por la cultura y la teología desde una temprana edad, razón por la cual junto a su hermano Charles se preparó durante años para ser ministro de la iglesia universal, hoy parte de la unitaria, y en 1830 fue asignado como ministro a la congregación de Barnstable.
Allí pasa poco más de veinte años, en los cuales se interesa en gran medida por los derechos de la mujer y los derechos civiles hasta que, repentinamente, comienza a recibir «visitas espirituales» de la Asociación de Electrizadores. Siendo estos ‘electrizadores’ espíritus de personalidades de la talla de Thomas Jefferson y Benjamin Franklin.
Decidido a cumplir con su rol en la historia, nuestro flamante predicador de lo eléctrico abandona la iglesia para dedicarse tiempo completo al espiritualismo y a la vez lanzarse en una peregrinación espiritual a pie por todo el noreste de los Estados Unidos, intentando de esta manera descifrar qué era lo que los electrizadores deseaban.
Poco a poco un constantemente creciente culto de fascinados seguidores comenzó a seguir al atormentado Murray Spear, quien se desesperaba cada día más con poder descifrar las visiones; todos ellos tan fascinados con los relatos sobre la electricidad y los seres mecánicos del futuro que en cada sermón su líder traía a la vida en elocuentes y carismáticos relatos, que muchos de ellos llegaban al punto de abandonar sus familias para lanzarse en una «peregrinación profética» en búsqueda del ser eléctrico.
Día tras día el ex-cura comenzaba a comprender más sobre su misión, hasta que al llegar a Lynn, estado de Massachusetts, tuvo la revelación: construir un mesías eléctrico a manera de motor llamado el New Motor, capaz de salvar a la humanidad de su destrucción iniciando así la era de paz del New Motive Power -Nuevo poder motivo-.
Una mente inquisitiva: Benjamin Franklin, además de ser uno de los políticos de mayor importancia en la historia de los Estados Unidos, fue un investigador y científico que se interesó en todo tipo de fenómenos relacionados a la electricidad y lo eléctrico. Por ejemplo, Franklin fue una de las fuentes más importantes en el pasado en investigar fenómenos tales como el Fuego de San Telmo.
Decidido a traer al mesías eléctrico a este mundo se retira a una choza de madera en la cima de la colina High Rock, para así poder dedicarse tiempo completo a recibir instrucciones y construir cuidadosamente al mesías durante día y noche. Mientras tanto, sus seguidores lo esperaban pacientemente en la base de la colina, intrigados a más no poder y esperanzados por ver al prometido mesías eléctrico salir triunfante de la choza.
Las siguientes imágenes nos muestran un retrato de John Murray Spear y la última versión del mesías eléctrico, la cual, como veremos a continuación, fue hallada de manera relativamente reciente tras haber estado perdida durante más de un siglo.
Al cabo de un tiempo, y tras emplear gran cantidad de partes de motor, metales e imanes que conseguían, muchas veces no de manera muy legal, sus seguidores de las comunas locales, y de desarmar una mesa de comedor para utilizar las partes de madera como base, Murray Spear llama a una de sus seguidoras, una mujer a la cual rebautiza como Nueva María, cuya misión sería la de realizar un parto ritual para así dar nacimiento al mesías eléctrico.
Comienza la peregrinación
Tras la construcción y el parto ritual el culto comienza una gigantesca peregrinación por los Estados Unidos, dando sermones sobre el fin del mundo y mostrando en cada pueblo que tocaban al mesías eléctrico con su serie de engranajes, ruedas y pistones que se movían constantemente en un frenético baile mecánico mientras producían todo tipo de estridentes sonidos metálicos.
Esto último no de forma curiosa llevando a causar gran revuelo e indignación entre las poblaciones locales, quienes en primer lugar eran atraídas a los sermones por la apariencia de ministro cristiano de Murray Spear para luego ser sorprendidas con las «revelaciones» proféticas.
La mayor peregrinación religiosa en la tierra: en la India, uno de los países más poblados del mundo, tiene lugar un fenómeno social a escala masiva sin igual: la mayor peregrinación y reunión de seres humanos en el planeta tierra: El asombroso Maha Kumbh Mela.
Ciertamente este revuelo e indignación supo explotar en Randolph, New York, cuando la población, harta de los discursos apocalípticos de Murray Spear y de la extraña máquina que presentaba como el nuevo mesías, durante la noche se armara de antorchas y palos y linchara a Murray Spear y sus seguidores destruyendo con saña al mesías eléctrico.
Si bien John Murray Spear prometió a sus seguidores que la máquina cobraría vida y de esta metamorfosis nacería el nuevo mesías, la promesa nunca se convirtió y el culto rápidamente perdió a todos sus seguidores.
El destino del mesías eléctrico
Si bien el mesías eléctrico quedó en el olvido con la completa desaparición del culto creado por Murray Spear para luego perderse sin que nadie sepa que había sido de la máquina, el mesías eléctrico fue encontrado más de un siglo más tarde en un anticuario del estado de Colorado, y hoy en día la misma es una pieza de museo.
Si de mesías hablamos…
Con la llegada del comercio internacional y los vuelos de larga distancia muchas de tribus de varias islas del océano Pacífico comenzaron a adoptar elementos de la cultura occidental que llevaban a sus costas como objetos de adoración. Estos se denominan como cultos del cargamento o cargo cults, y son cultos de adoración que se forman cuando una tribu aislada entra en contacto con barcos de carga o ejércitos, llevando así a la creación de un culto a su alrededor.
Puedes leer más al respecto y ver las fotografías de dichas tribus siguiendo este enlace.