Tiempo atrás cuando concurría a los primeros años de escuela intermedia uno de mis profesores trajo un antiguo péndulo al salón de clases para demostrar el concepto de ondas senoidales -y si bien el efecto producido por el péndulo no es una onda en el sentido más estricto y técnico, visualmente las ejemplifica de manera fenomenal-.
Las ondas senoidales describen el gráfico de una función de seno, y su ocurrencia en la naturaleza es más que común. Desde la tensión de la corriente alterna que alimenta nuestros electrodomésticos hasta las frecuencias en las telecomunicaciones, que son la base de la sociedad moderna.
La función seno es una función trigonométrica, y junto con las otras funciones trigonométricas como la tangente, el coseno, etc., su presencia en la naturaleza es prácticamente omnipresente. Esto nos lleva a algunos de los sucesos más extraños de la historia involucrando elefantes y ondas senoidales.
Topsy y la campaña contra la corriente alterna
En el pasado habíamos hablado en Anfrix sobre Thosas Edison, inventor y hombre de negocios que es puesto en un pedestal en la cultura estadounidense y quien, sin embargo, era un estafador comprobado y entre otros hechos nefastos de su vida, según se sospecha, era además un asesino de sus rivales.
Entre los actos de crueldad más grandes de Thomas Edison nos encontramos con una táctica de publicidad negativa contra Nikola Tesla, en la cual utilizó corriente alterna para electrocutar a la elefanta Topsy, una pobre elefanta condenada a muerte por electrocución con corriente alterna en pos de promover la implementación de la corriente continua, impulsada por el mismo Edison como estándar de distribución eléctrica en los Estados Unidos.
Desgraciadamente para la pobre Topsy el ardid de publicidad ideado por Edison se basaba en demostrar que la corriente alterna era «tan peligrosa que fácilmente pude matar hasta un elefante».
De manera nefasta y muy a mi pesar los seres humanos tenemos un largo, desgarrador y hasta deprimentemente registro histórico plagado con miles de ejemplos de la utilización de animales para fines no muy nobles y vergonzosamente crueles.
Puedes leer más sobre Topsy y otras elefantas condenadas siguiendo el siguiente enlace.
La caída de Tuffi
Topsy no fue la primera ni la última elefanta utilizada para promocionar un evento o producto, ni tampoco la única elefanta cuyo destino estuvo signado por las ondas senoidales.
Es así que nos encontramos con la historia de la elefanta Tuffi. Esta era una inocente elefanta enana utilizada por Franz Althoff para promocionar su circo en el monorriel aéreo de Wuppertal y la cual, una vez en marcha, entró en un ataque de pánico y decidió saltar del mismo al vacío, quedando todo registrado por pura casualidad en una histórica fotografía tomada en el segundo justo.
La elefanta, aunque herida, logró sobrevivir a la caída. No obstante, Althoff siguió utilizando a la misma para promocionar sus eventos circenses con animales. Debemos mencionar que otro administrador de circos, P.T. Barnum considerado como el rey de los mentirosos, estuvo involucrado en la juventud de la elefanta Topsy, y fueron sus criadores crueles y golpeadores los que enloquecieron a la elefanta.
Pero, aquí radica la pregunta ¿qué tiene esto que ver con las ondas senoidales? la vibración del monorriel que asustó tanto a Tuffi y la llevó a saltar al vacío producto de su desesperación era una vibración de tipo senoidal, es decir, un patrón de vibración cuya característica es que su frecuencia describe una onda senoidal perfecta.