Ross Allen
Ya habíamos hablado de Ross Allen en el pasado, en esa oportunidad lo veíamos luchar bajo el agua contra una enorme serpiente de arios metros de longitud la cual se había escapado de su hábitat. Describiéndolo rápidamente, Ross Allen es lo más cercano a Tarzán, y quizás Indiana Jones, que existió en la vida real. Este zoólogo especializado en herpetología (científico experto en animales anfibios y reptiles) fue famoso por emprender algunos de los más largos y peligrosos viajes hacia las regiones más remotas del mundo atrapando por si mismo los especímenes más raros y peligrosos para su centro de investigación, el Ross Allen’s Reptile Institute, y así desarrollar antitoxinas para combatir las picaduras.
El Tarzán del mundo real
Como mencionamos en el primer párrafo de este artículo Ross Allen fue sin lugar a dudas lo más cercano en la historia a un Tarzán de carne y hueso. Un temerario domador de serpientes y víboras de todo tipo y un amante de la naturaleza en general quien además estuvo fuertemente involucrado en los movimientos de conservación de la naturaleza durante las década de 1950 y del de 1960 cuando estos movimientos estaban en su nacimiento. Promoviendo la protección de los hábitats naturales de los reptiles y generando conciencia en la población en general sobre la peligrosidad de las picaduras.
Sus costosas y prolongadas expediciones y travesías eran muchas veces enteramente financiadas por el gobierno de los Estados Unidos, ya que Allen era una gran fuente de venenos de reptil utilizados por los hospitales para crear anti-venenos, muchos de los cuales fueron diseñados por él mismo.
El Ross Allen’s Reptile Institute fue fundamental para los primeros esfuerzos de conservación, capturando, reproduciendo docenas de animales en peligro y largando sus crías nuevamente a la naturaleza. En efecto tanto sus esfuerzos de conservación como sus esfuerzos para garantizar dosis de veneno para desarrollar anti-venenos fueron heróicos, logrando suministrar a varios hospitales y centros de toxicología no solo en los Estados Unidos sino en el mundo.
Allen además permitió a distintos grupos y comitivas de científicos que visitaban su instituto estudiar de cerca el comportamiento de varios animales salvajes, desde su reproducción hasta los efectos de su veneno en los humanos, ayudando a desarrollar un tratamiento experimental para las personas que habían sido picadas por una serpiente de cascabel.
Las picaduras más dolorosas: no todas las picaduras son iguales, algunas, como por ejemplo las picaduras de la hormiga bala, son tan dolorosas que pueden llegar a terminar con la ida de una persona. El entomólogo Justin Schmidt ha sido picado por prácticamente todos los insectos del mundo y realizado una lista con las picaduras de insecto más dolorosas de la naturaleza.
A continuación vemos algunas de las escenas de Ross Allen capturando una pitón salvaje en su reserva natural para reptiles, la cual fue a esconderse a uno de los lagos cercanos. No solo Allen lucho contra la misma, sino que lo hizo bajo el agua, en el medio donde el reptil es más fuerte y tiene más agilidad.
Los cazadores de serpientes en África
Si bien los métodos de Ross Allen son sorprendentes, en África existe un grupo de personas que, para garantizar su alimento en condiciones de pobreza, han aprendido a capturar enormes pitones utilizando su propio cuerpo como cebo.