El falso Charles Chaplin
Eran finales de la década del 10, y Charles Chaplin se convertía en una de las proto-celebridades del cine. Al igual que muchos nombres actuales, la gente sólo iba al cine acarreada por el peso del nombre del tan emblemático humorista. Que Chaplin actué en la película ya era suficiente promoción.
Es así que ni lento ni perezoso el dueño, director y productor de la King Bee Company, Arvid E. Gillstrom contrató al que era considerado uno de los mejores «Chaplinistas», Billy West.
King Bee Co. era conocida en la industria cinematográfica, ya que era común que copiase, muchas veces escena por escena, varias de las películas más populares. No obstante, nunca antes habían copiado literalmente a un actor, y quizás la mayor celebridad del cine mudo en ese entonces.

Peor aun, no sólo copiaron a Chaplin, sino que emplearon los talentos de Ethel Cassidy, una joven chica que, por una de esas «casualidades», era muy parecida a Edna Purviance, quizás una de las mayores estrellas femeninas del cine mudo.
La película en cuestión se llamó The Candy Kid, y se filmó y estrenó en 1917, y debido a lo laxas que eran las leyes de la época al respecto, Keystone y Essanay, los estudios que solían producir y promocionar al verdadero Chaplin, sólo podían protestar.
Los «Chaplinistas» no eran nada nuevo, y lo hacían muy bien. Recordemos que Chaplin en 1915 había literalmente perdido un concurso de «imitadores de Charles Chaplin». La diferencia, es que nunca antes nadie se había atrevido a semejante atropello con tal de promocionar su película.
Más sobre cine
― El efecto Kuleshov y cómo convencer al público
― Las sorprendentes criaturas de Ray Harryhausen
― El Arca Rusa
― La primera película de la historia