Algo así sólo podía pasar en la primera mitad del siglo XX, cuando las demandas judiciales no abundaban y el mundo parecía más temerario. O quizás, viéndolo desde otra perspectiva, también podemos llegar a concluir que las personas simplemente tenían menor consciencia y dimensión de los riesgos que corrían.
Pero sea cual fuese la razón, durante los años 20 y 30 en Australia se corrió una serie con las carreras más temerarias de todas. Las misma emulaban los carros romanos tirados a caballos del Circo Máximo, sólo que los caballos fueron remplazados por motocicletas de alta cilindrada.
Sin cascos, sin trajes de protección y vestidos con togas romanas, corriendo al mejor estilo de Ben-Hur. Llegó a existir una versión más segura en la cual las motocicletas era piloteadas por personas sentadas en las mismas y un copiloto montando el carro. No obstante, no atraían mucho público por lo que los organizadores preferían la versión en las cuales las motocicletas se comandaban como caballos.
En un principio los carros en si mismos era muy simples, un barril de madera cortado con la forma de un carro de carrera romano, y ruedas de automóvil a los costados unidas a un eje dudosamente sujetado a la estructura.
Sin embargo, a medida que el público fue creciendo comenzaron a encargarse elaborados diseños con motivos en bronce y pinturas rojo púrpura al mejor estilo de la Roma antigua. Las mismas terminaron de manera abrupta cuando el gobierno Australiano hizo responsables a los organizadores por los accidentes.
Si bien peligrosas, estas carreras no tenían ni punto de comparación con el peligro y la cantidad de fatalidades que se experimentaba en las carreras de carro romanadas de antaño. Donde los choques múltiples que terminaban en pilas enormes tanto de conductores como de caballos con huesos rotos era la norma de toda carrera.
El más grande corredor de carros romanos
Los conductores de carros romanos se denominaban aurigas, estos corrían en la biga, carro de dos caballos, o en la quadriga, carro de cuatro caballos. Curiosamente el deportista mejor pago en toda la historia de la humanidad fue un auriga. Según la lápida hallada en el Circo de Nerón este auriga corrió un total de 4257 carreras obteniendo 1462 victorias y quedando en el segundo puesto en 1438 carreras. En total, según la lápida, sabemos que ganó unos 35.863.120 de sestercios., los cuales son equivalentes a una cantidad gigantesca de dinero en la actualidad. Puedes leer más sobre este deportista romano en el artículo que hemos escrito sobre su vida.
Más sobre Roma
― El templo romano de la paz, que nunca pudo ver paz
― Incitatus el caballo que gobernó a Roma
― La creación del mundo en la mitología griega y romana
― Los dos gladiadores enemigos a muerte que hicieron las paces en la arena