Experimentos en la superficie lunar
Durante el transcurso de las misiones del Programa Apolo a finales de los años 1960 y principios de los años 1970 se realizaron todo tipo de experimentos en la superficie lunar, desde experimentos didácticos, como por ejemplo la experiencia del martillo y la pluma para comprobar las teorías de Galileo, hasta complejos experimentos con sismógrafos lunares. No obstante, una de las tareas más importantes de los astronautas fue el retorno a la tierra de varios cientos de kilogramos de rocas lunares, entre ellos la roca 61016, la roca lunar más grande devuelta a la tierra.
La roca lunar más grande
Era la misión Apolo 16, en ella viajaba a la luna uno de los mejores astronautas en la historia, Charles Duke. Su pasión por la ciencia era (y es) gigantesca. Ingeniero aeronáutico, capitán de la fuerza aérea (retirándose como brigadier general), piloto de pruebas de prototipos secretos y astronauta, básicamente uno de esos hombres con lo correcto, para ir a la luna.
Una vez en la superficie lunar Duke realizaría algunas de las pruebas más icónicas del programa, entre ellas, recolectar la muestra lunar más grande traída a la tierra: Sample 61016, o «Big Mulley» como fue apodada en honor a Duke.
La roca fue recolectada en el lado este del cráter Plum, en las Tierras Altas de Descartes. De unos 1.8 millones de años de antigüedad su origen ha sido determinado como el producto de la expulsión de material tras que un asteroide impacte con la luna. Más precisamente se ha rastreado su punto de origen al cráter South Ray, a unos 3,9 kilómetros del sitio de alunizaje del módulo lunar del Apolo 16.
La importancia de conseguir rocas lunares de gran tamaño radicaba en los estudios geológicos más detallados que se podían realizar sobre las mismas, además de ser estas en composición y elementos distintas a las piedras más pequeñas. Encontrar este tipo de rocas incrementaba el valor científico de la carga retornada al planeta tierra por los astronautas.
Una multitud de astronautas: quizás es difícil de imaginar mentalmente cantidad de personas que fueron a la luna, ya que las misiones Apolo fueron muy espaciadas entre si. Debido a esto, esta ilustración nos ayuda a darnos una idea: todas las personas que fueron a la luna en una sola imagen.
En efecto, otra de las cosas que se buscaron en la superficie lunar fue la presencia de meteoritos pequeños. El fin era comparar dichos meteoritos con los hallados en la tierra y así estudiar sus diferencias, posibles orígenes y edad. Por esta razón cuando los jefes en el control de la misión vieron la roca denominada Sample 61016 inmediatamente le ordenaron al astronauta que intentara recolectarla.
La llegada a la luna
La llegada a la Luna fue quizás la mayor hazaña en la historia de la humanidad, y negar el que se llegó, como está tan de moda últimamente, es ser tan necio y ciego como negar la selección natural, básicamente cegarse a todas las pruebas y confirmaciones optando por creer las charlatanerías de gente ignorante a la ciencia y la ingeniería detrás del Programa Apolo.
En el pasado hemos escrito un artículo estableciendo el por qué negar la llegada a la Luna es un acto de ignorancia sobre las pruebas tanto científicas como ingenieriles y hasta las confirmaciones por parte de los soviéticos de la llegada.
Cráter lunar South Ray, a unos 3,9 kilómetros del sitio de alunizaje del módulo lunar del Apolo 16: