Amezaiku
La técnica llegó a Japón a través de China durante el Período Edo, donde se la perfeccionó y expandió para crear formas mucho más complejas. Si bien en un principio se utilizaba para crear adornos de azúcar de manera similar al soplado de vidrio, una vez en Japón se modificó para que los mismos sean a la vez comestibles.
Para la creación de cada pieza se utiliza una mezcla especial, un par de pequeñas tijeras de artesano y una bomba de aire. La mezcla utilizada se mantuvo relativamente idéntica a la utilizada en China, y se realiza a partir de un jarabe producido con azúcar y almidón el cual es derretido y mezclado durante varios minutos para luego introducirlo en un contenedor caliente que la mantendrá a la temperatura justa para que se maleable y al mismo tiempo lo suficientemente fría para poder trabajarla con las manos descubiertas.
Así mismo también se utilizan colorantes naturales hechos a partir de extractos vegetales y otros elementos dulces como la miel (uno de los alimentos más interesantes y curiosos del mundo)
Tras extraer una porción del contenedor el artesano tendrá solo tres minutos para crear la figura antes de que se enfríe y pierda su maleabilidad. Una vez que la pieza se enfría, se la pinta con colorantes vegetales dándole los colores y patrones característicos del animal o motivo que está siendo representado por el artista.
Estos caramelos son generalmente regalados en ocasiones especiales generalmente relacionadas a las buenas noticias, como por ejemplo el término del año escolar un ascenso en el trabajo, etc. También cuando se desea realizar un regalo especial al huésped de una fiesta o banquete. Ciertamente, a pesar de la situación que requiera tal regalo, está claro que regalar un amezaiku representa una ocasión especial y muy particular. Un regalo efímero, consumible, pero a su vez hermoso y digno de generar un recuerdo duradero.
Los seres marinos de vidrio: existe algo muy similar, aunque no comestible, hecho durante la época victoriana. Los seres marinos de vidrio de Leopold Blaschka. Miniaturas hechas a partir de vidrio muy similar en su forma y colores a los amezaiku.
Generalmente estos caramelos reflejan distintos aspectos de la cultura y los animales japoneses. Por ejemplos, los perros shiba inu son uno de los tipos de amezaiku más vendidos. También, como vemos en la imagen a continuación, las carpas, los calamares, los pulpos y las serpientes están entre los tipos más comunes.
Gente de azúcar
El proceso es similar al soplado de cristales para la creación de adornos (recomendado sobre el tema es el documental holandés Glas, el cual dura 15 minutos y ganó un Oscar debido a su belleza). La tradición comenzó en China hace varios siglos entre los campesinos, quienes al no poder costear decoraciones de cristal creaban figuras en azúcar denominadas 糖人 «gente de azúcar», curioso nombre, ya que las figuras de animales son las más populares.
La técnica consta en derretir un jarabe similar al ya mencionado. Esta mezcla produce un gel viscoso y maleable, el cual se pellizca y se estira para crear un filamento por el cual el artesano soplará inflando la pieza. Luego, la técnica en sí no varía mucho del soplado de vidrio, solo que el objeto se puede agarrar y manipular con las manos, algo imposible en el soplado de vidrio.
Es importante el destacar que estos rara vez son comestibles, se utilizan como un regalo o curiosidad durante festivales. Son sobre todo populares los puestos de dichos sopladores de azúcar durante las ferias o mercados callejeras.
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