El primer vuelo humano
Más de dos siglos antes de que los hermanos Wright realizaran su histórico vuelo a principios del siglo XX en un vehículo más pesado que el aire (aunque muchos aseguran que Santos Dumont fue el primero), curiosamente otros hermanos realizaron el primer vuelo humano de la historia. Estos dos hermanos construyeron el que fue el primer globo aerostático tripulado y controlable, La Montgolfière, y realizaron vuelos de prueba por toda Francia demostrando que los seres humanos, así como las aves, eran también capaces de remontar vuelo.
La Montgolfière
Joseph Michel y Jacques Étienne Montgolfier eran dos hermanos nacidos en Lyon en el seno de una familia relacionada a la industria papelera. Debido a que Joseph Michel y Jacques eran los hermanos menores de la familia, el negocio papelero sería heredado legado a Raymond, el hermano mayor de la familia. Por lo que, como era costumbre, los hermanos menores fueron enviados a estudiar y perfeccionarse intelectualmente en distintas academias de Francia.
No obstante, el destino quiso que Raymond deje repentinamente este mundo, y Étienne fue llamado a volver al hogar familiar y hacerse cargo del negocio. De todas maneras esto no significaría una pausa en sus estudios e investigaciones, ya que se dedicaría arduamente durante los próximos 10 años a experimentar y probar nuevas técnicas en los procesos de fabricación del papel, ganando gracias a esto una amplia gama de conocimientos y renombre en la industria.
De los dos hermanos Joseph era el más soñador y tenía la típica personalidad de inventor y cabeza fresca. Es por esto, y a causa de sus conocimientos y estudios, que gradualmente comenzó a realizar esquemas para lograr máquinas voladoras.
Se cree, aunque no es seguro, que en 1777 Joseph se encontraba observando un incendio en una lavandería en el que, no casualmente, grandes prendas de tela salían elevadas en el aire formando «balones» que envolvían los gases de las llamas.
Pionero entre pioneros: uno de los pioneros en el estudio del vuelo humano fue el genio renacentista Leonardo Da Vinci. Si bien el florentino desarrolló todo tipo de máquinas voladoras nunca pudo llegar a construir los prototipos. No obstante, a principios del siglo XXI un grupo de intrépidos aventureros construyó varias de estas máquinas con el fin de comprobar su funcionamiento: Reconstruyendo y probando el paracaídas de Leonardo da Vinci.
Esto daría luz verde a una idea en la que Joseph venía interrogándose a sí mismo desde hacia varios años, por lo que muy velozmente comienza a realizar diagramas de globos voladores, globos que una vez llenados con aire caliente se volverían más livianos que el aire circundando al globo por lo tanto los elevarían por los aires.
La siguiente imagen nos muestra como las demostraciones se convertían en concurridas fiestas públicas de la alta sociedad:
Ya perfeccionados sus globos y metodologías de fabricación, comienza a buscarle aplicaciones prácticas a su descubrimiento. Como no es de extrañar sería gracias a las aplicaciones militares que el globo encuentra una utilidad en el mundo real.
Más específicamente, mientras repasaba el asalto al fuerte de Gibraltar -tan bien fortificado que se decía era imposible su invasión por mar o por tierra-, Joseph pensó en una invasión aérea transportando soldados en globos.
Con este fin, el transporte de tropas, comienza a construir bases para su globo. Estas debían ser lo suficientemente resistentes como para soportar el peso de personas pero a la vez lo suficientemente livianas. Por lo que Joseph enrola a su hermano Étienne en el proyecto, quien pondría su conocimiento adquirido en la industria papelera para mejorar la fabricación y utilización de los materiales de la canasta.
Una de las mayores demostraciones realizadas por los hermanos en Versalles:
Tras varias pruebas, algunas realizadas en secreto en los jardines de la familia, los hermanos se encontraban listos para realizar una demostración pública de gran escala. Razón por la que el 4 de junio de 1783, en su natal Annonay -una comuna del sudoeste francés en Lyon–, realizan la primera demostración pública atrayendo gran cantidad de dignatarios y testigos curiosos quienes no podían creerle a sus ojos.
La primera linea aérea de la Historia: curiosamente la primera linea aérea de la Historia, es decir la DELAG, utilizaba vehículos más livianos que el aire para realizar sus viajes. La misma transportó a miles de pasajeros utilizando dirigibles sin sufrir ningún tipo de accidente.
Como no es de extrañar la noticia correría por toda Francia y el mundo, logrando que los hermanos sean invitados rápidamente a París para realizar una demostración ante la nobleza. Sin embargo, es muy interesante el por qué fue su globo el elegido.
Estos no eran los únicos realizando globos, de hecho, se encontraban en una carrera contra Jacques Alexandre César Charles, quien estaba realizando pruebas de globos más avanzados rellenos con hidrógeno.
No obstante, los hermanos decidieron apelar a lo que sería uno de los primeros intentos de marketing comercial de la historia, decorando el globo con extravagantes y llamativos diseños, lo que daría a su globo una preferencia estética por sobre el de su competidor.
Gracias a esto, y a los contactos de los hermanos, logran realizar una monumental demostración el 19 de septiembre de 1783 ante la presencia del rey Luis XVI y la reina Maria Antoineta-más conocida en Español como María Antonieta, personaje fundamental de la Revolución Francesa–. Los tripulantes de la máquina voladora consistirían en: Un pato, una oveja y un gallo -los cuales saldrían ilesos del viaje-.
De todas maneras el primer vuelo de la historia con un ser humano abordo del aparato fue realizado el 15 de octubre de 1783 y repetido los días 17 y 19 del mismo mes. Los tripulantes serían el mismo Étienne y su amigo Pilâtre de Rozier.
El primer vuelo de la historia de tipo libre, es decir sin que el globo esté anclado a Tierra, tuvo lugar el día el 21 de noviembre de 1783 y fue tripulado por Rozier y el Marqués dÁrlandes. Este vuelo histórico tuvo lugar durante 25 minutos y se elevó a una altura de 100 metros desplazándose unos 9 kilómetros. Algo revolucionario para la época y ciertamente más veloz que cualquier tipo de vehículo de tierra o agua de la época. Esto dejó atónitos a todos los concurrentes y fue el puntapié inicial para el desarrollo masivo de globos aerostáticos por toda Francia y luego por todo el mundo.
Como detalle de interés, debemos mencionar que los globos aerostáticos y posteriormente los dirigibles a finales del siglo XIX y principios del siglo XX eran vistos como el medio de transporte que dominaría los cielos en el futuro.
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