Ataque a distancia
Desde los romanos hasta los ejércitos modernos, todos, sin excepción, contemplaron la idea de atacar al enemigo desde lejos como un factor estratégico de suma importancia. Razón por la cual se construyeron todo tipo de armas de gran alcance, desde los revolucionarios trebuchets, que alteraron por completo la manera en la cual se realizaban los asedios durante el Medioevo y el Renacimiento, hasta el gigantesco cañón que los escoceses crearon para atacar los castillos ingleses a finales del medioevo, el mítico Mons Meg. No obstante, los alemanes rompieron todos los récords durante las guerras mundiales, construyendo gigantescos cañones que fueron desde el Dicke Bertha hasta el colosal Schwerer Gustav.
La Gorda Bertha -Dicke Bertha-
Como observaremos a lo largo de este artículo los alemanes, gracias a su metódica tesón, fueron y son los más prominentes constructores de piezas de artillería. Construida por las industrias Krupp en 1904 y nombrada en «honor» a la esposa del dueño de Krupp la Gorda Bertha sería utilizada durante la Primera Guerra con resultados devastadores.
Si bien solo se construyeron 4 unidades su utilización en la batalla de Verdun permitiría obtener una idea de su poder gracias a los daños provocados contra las fortificaciones francesas a causa de su munición de 820 kg y su rango de 12 kilómetros. Esta máquina es considerada la primera pieza de artillería moderna y su patrón de diseño puede rastrearse incluso hasta los M68 hag.
El Cañón de París -Parisgeschütz-
El cañón de París es considerada la primera «superarma» de la historia. Construida por Alemania para bombardear a París desde la distancia. Su alcance era tal que el mismo ejército francés por unos momentos pensó en que los alemanes estaban utilizando un «avión invisible», ya que la munición caía desde el cielo y ningún avión era visto o escuchado.
Muy poco se sabe de sus características técnicas, porque fue destruida por las tropas alemanas para evitar su captura durante la ofensiva aliada. Sin embargo, detalles tales como la velocidad que adquirían sus disparos (mach 5) y su alcance máximo de 130 kilómetros con munición de 94 kilogramos la hacen, para la época, un arma única.
De todas maneras debido a su difícil transporte y su utilización práctica solo para objetivos del tamaño de una ciudad, la Parisgeschütz era más que nada un «arma psicológica» que de utilización táctica.
Las armas secretas alemanas: además de gigantescos cañones capaces de atacar blancos a kilómetros de distancia, los alemanes crearon todo tipo de armas secretas durante ambas guerras mundiales, siendo las armas secretas de la Segunda Guerra Mundial las más avanzadas y asombrosas de todas: Las armas secretas alemanas más avanzadas.
El pesado Gustav -Schwerer Gustav-
Tras la Primera Guerra los franceses quedaron con un rencor enorme hacia Alemania, por lo que tratando de no cometer el mismo error dos veces y no volver a ser invadidos, construyeron una línea de fortificaciones «impenetrables» conocida como la Franja Maginot.
Extendiéndose desde Bélgica hacia Suiza se conformaba por extensas paredes de concreto dotadas con paneles de acero y estaciones de armas, con fortificaciones periódicas altamente reforzadas que se comunicaban por líneas de trenes subterráneos.
A pesar de la solidez alcanzada en esta línea defensiva los franceses no contaron con un detalle: la pericia alemana. Con el objetivo específico de crear enormes brechas entre las líneas de la «impenetrable» franja, el comando alemán decidió crear un arma capaz de impulsar municiones colosales.
Semejante tarea, crear un arma que pueda devastar metros de concreto y acero no era nada simple, se asignó al mismo Gustav Krupp y al profesor Erich Mulles con la tarea de crear una nueva súperarma.
Sin embargo, la guerra había estallado y el arma no estaba completa, por lo que los alemanes simplemente bordearon la defensa francesa y en cuestión de meses Francia estaba bajo su control.
De todas maneras dos años después nace la Schwerer Gustav con un peso de 1,350 toneladas y un cañón de 47,3 metros siendo capaz de disparar munición de 4.8 toneladas a 48 kilómetros de distancia. Un singular problema surgiría en estos momentos: como había sido planeada para un fin específico que ya había sido resuelto ahora se debía escoger dónde podría ser utilizada eficientemente. Tras varias idas y vueltas la SG y su mejorada hermana, Dora, fueron utilizadas en suelo Soviético.