
Mary Celeste, el más misterioso de todos los barcos fantasma
La Mary Celeste fue un barco a vela del siglo XIX cuya tripulación desapareció de manera misteriosa, quedando el navío a la deriva durante años.
Revista y recopilación de artículos relacionados al período historico abarcando toda la pre-modernidad y la era pre-moderna.
La Mary Celeste fue un barco a vela del siglo XIX cuya tripulación desapareció de manera misteriosa, quedando el navío a la deriva durante años.
En la Inglaterra victoriana existía un arte marcial practicada con los bastones de los caballeros, el bartitsu, la cual fue popularizada gracias a Sherlock Holmes.
La vasa fue un navío sueco de guerra del siglo XVII que se hundió en su viaje inaugural, hundimiento que lo preservó en perfecto estado hasta nuestros días.
Los médicos de la Guerra Civil Americana debieron enfrentarse con la primera guerra moderna en la Historia, algo para lo que no estaban preparados.
Los fotocromos fueron las primeras fotografías a color, y los mismos nos permiten ver las escenas del siglo XIX en todo su esplendor.
Desafortunadamente el ser humano ha explotado a prácticamente todos los animales del planeta, y los elefantes de guerra no fueron la excepción.
Tristemente la humanidad no ha dejado atrás las apuestas sangrientas por las luchas entre animales, y en algunos casos hasta peces e insectos.
En el siglo XIX un ingeniero intentó conectar Londres con Nueva York a través de un túnel. En el siglo XXI uno de sus descendientes creo el Telectroscopio.
Cinco siglos atrás el conde jorobado Pier Orsini construyó un extraño parque llamado Bomarzo repleto de monstruos en piedra tras quedar con el corazón roto.
En este artículo te mostramos cual es el edificio más viejo de la historia de la humanidad, y los edificios de ladrillo y el de varios pisos más antiguos.
Tras el Congreso de Viena en 1815 se dio un suceso sin igual: la creación de Moresnet, una tierra de nadie territorio de paraísos fiscales y espías.
El origen de la letra minúscula es fascinante, tan casual que a simple vista parece que fue por pura casualidad. Un proceso que duró más de un milenio.
En el siglo XVIII el naturalista Carolus Linnaeus desarrolló varios relojes florales, que funcionaban organizando las flores según sus tiempos de abertura.