
Los «castillos flotantes franceses» y el plan para invadir el Reino Unido
Tras una frustrada invasión francesa a Gran Bretaña en 1759, los británicos humillaron a Francia inventando la existencia de "castillos flotantes":
Revista y recopilación de artículos relacionados a los distintos errores y confusiones a lo largo de la historia de la humanidad.
Tras una frustrada invasión francesa a Gran Bretaña en 1759, los británicos humillaron a Francia inventando la existencia de "castillos flotantes":
La Operación Cottage en la Segunda Guerra Mundial fue un fiasco de los Estados Unidos y Canadá donde invadieron una isla vacía y perdieron 300 hombres.
En 1942 el Estados Unidos creyó, erróneamente, que Japón estaba invadiendo. Por lo que respondió con miles de disparos a la nada: la Batalla de Los Ángeles.
La Plaga de la Danza o la Danza de San Juan fue un misterioso fenómeno medieval y renacentista que llevaba a pueblos enteros a bailar sin control.
En 1966 un avión B-52G volando cerca de la municipalidad de Cuevas del Almanzora arrojó cuatro bombas nucleares sobre España tras un error de vuelo.
La vasa fue un navío sueco de guerra del siglo XVII que se hundió en su viaje inaugural, hundimiento que lo preservó en perfecto estado hasta nuestros días.
A principios de siglo un científico loco se convenció de poder trasplantar órganos de simios en seres humanos. Incluso llevando sus teorías a la práctica.
A principios del siglo XX un bromista logró convencer a la élite intelectual de París de los talentos de un burro llamado Lolo capaz de pintar y escribir.
Durante varias décadas de la segunda mitad del siglo XX un grupo de científicos estuvo convencido de haber encontrado al mítico eslabón perdido.
Cuando el papa Gregorio XIII ordenó el cambio del calendario juliano al gregoriano se dio algo muy particular: un año con un día 30 de febrero.
En 1860 Emmanuel Domenech creyó que hizo un hallazgo científico único. No obstante, un rival lo desenmascaró como el peor fiasco científico.
A lo largo de la Historia hubo explosiones accidentales que superaron incluso a las mayores bombas. De la explosión de Halifax a Oppau.
Cuando la peste azotaba a Europa y no se entendía su causa, los médicos utilizaron máscaras antiplaga para protegerse de la amenaza.